En el día de ayer, 1 de octubre, se realizó finalmente el referéndum ilegal por el que el gobierno de la Generalitat de Cataluña y sus partidos afines (PDeCat, ERC y CUP) lo planteaban como plebiscito para legitimar una eventual declaración unilateral de independencia (DUI) que podría tener lugar en los próximos días. Todo cuando aconteció ayer fue esperpéntico.
En primer lugar, es absolutamente ridículo que el presidente Rajoy se haya atrevido a sentenciar en declaraciones públicas que no ha existido el tal referéndum. Únicamente se han cerrado algunos colegios y custodiado algunas urnas, pero en la inmensa mayoría se ha podido votar y especialmente ciertas personalidades como Artur Mas, Puigdemont, Forcadell, Junqueras, Ana Gabriel y los futbolistas Piqué y Xavi. Sólo de este último se podría sospechar un voto negativo. En cualquier caso, ninguno de los politicastros implicados en esta ilegalidad ha sido detenido. Y mi pregunta es: ¿Por qué?
En segundo lugar, y no menos importante, la imagen internacional que se ha proyectado de esto ha sido la violencia cometida por la Policía Nacional contra los votantes. Evidentemente, no ha sucedido en todos los colegios, pero se han difundido vídeos con cargas policiales. Las fotografías hay que ponerlas en cuarentena, ya que se han utilizado foto montajes o incluso "actualizando" imágenes que corresponden a 2012 ó 2014.
En cuanto al desarrollo del proceso, ha sido ridículo. Se han producido casos en que una misma persona votaba en varios colegios, dado que no existía ningún censo controlado. Es más, hasta gente no censada en Cataluña ha votado como el caso de dos periodistas madrileños con DNI falsificado. Pero lo más hilarante ha sido descubrir que existían urnas precintadas llenas de votos.
Con todo, estas irregularidades han devenido en un resultado parecido al de hace 3 años. Poco más de 2 millones de votos favorables al sí que suponen un 90% de los emitidos con una participación del 42%. Es decir, es totalmente falso el mantra de que el independentismo haya aumentado en Cataluña. Se ha mantenido, al mismo nivel que el voto a los partidos separatistas. Es más, ha sucedido al contrario: se han triplicado las ventas de banderas españolas. Para Puigdemont y sus secuaces, les parecen suficientes cifras y "legalidad" procedimental como para proceder a la secesión.
En Twitter, mi mujer y yo fuimos insultados duramente por un trollazo (femenino) por defender que el referéndum se realizase en toda España. Es absurdo comparar esto con un divorcio o con el Brexit. La soberanía reside en los ESTADOS y las leyes de UK no rigen en España y viceversa. Las implicaciones que supone que una porción del Estado se separe importan e interesan a TODO el conjunto del país, sometido al mismo Derecho. Pero esto no es capaz de entenderlo un troll.
¿Qué hay que hacer y qué va a pasar ahora? Es urgente la aplicación del artículo 155 para que se convoquen elecciones, pero también proceder a la detención y procesamiento de los golpistas si finalmente declaran la independencia unilateral. Sin más contemplaciones. Sin cobardías. Al igual que en 1934 con Companys. Posteriormente, una vez que se constituya el nuevo Parlament, iniciar una negociación para un nuevo modelo de financiación de las CCAA. No sólo para Cataluña. Se trata de ser más eficientes y perder menos dinero. Sólo así podremos ir saliendo de la crisis y protegiendo al Estado Autonómico y a la unidad de España.
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