miércoles, 26 de septiembre de 2018

Cocinas Tezanos patrocina el nuevo CIS

En la presente entrada comentaré lo más destacado del barómetro del CIS de septiembre de 2018. Presidido por el socialista de carné José Félix Tezanos, ha arrojado unos datos escandalosamente favorables al gobierno. Por si fuera poco lo que ya se veía con el PP, el PSOE y sus dedazos han demostrado que se podía ir a peor cocinando las encuestas.

Respecto a la situación económica, se han igualado los porcentajes de los que creen que sigue habiendo crisis económica y los que no (regular, buena y muy buena). Los que en mayor proporción siguen percibiendo crisis son los votantes de Podemos e independentistas. 

La situación política es percibida de forma más negativa, con mayoría absoluta. Especialmente negativa se reconoce en los votantes de Ciudadanos con un 73% de mala/muy mala. No me cuadra en absoluto que haya un 26% de votantes del PP que la entiendan sólo "regular". Cualquier votante de este partido debe estar enfurecido por el cambio de gobierno. Sin embargo, contrasta con que un 43% cree que la situación política dentro de un año será peor que la actual. Más de un 25% de votantes de Podemos y PSOE entienden que será mejor.

Respecto a la valoración de la gestión del gobierno (PSOE) se compara curiosamente con lo que piensan los encuestados acerca de cómo sería si gobernase alguno de los otros tres. Gana la opción de "regular" incluso a la suma de mala y muy mala. Nuevamente, que un 26% de votantes del PP la valore como "regular" es poco creíble, aunque son los que mayoritariamente castigan su gestión con 64,5% de mala/muy mala. Gobernando otro, el PP es el que resulta más favorecido entre sus votantes con 58% y Podemos el que menos con sólo un 38%. Otro dato que tampoco me creo, que sólo 4 de cada 10 votantes morados entendieran que su partido lo haría mejor que el PSOE si gobernase. Ciudadanos sí tiene confianza de más de la mitad de sus votantes con un 54%.

También introduce el CIS una curiosa batería de preguntas sobre la Constitución, que en realidad suelen ser incluidas cada vez que existe algún aniversario. Para nuestra sorpresa, la CE1978 parece seguir gozando de amplia aceptación y no sólo en el centro y derecha. Respecto a la Transición, sólo aparecen como mayoritariamente disgustados los votantes de Podemos con un 41% frente a un 36% de satisfechos. No es, sin embargo, una diferencia muy significativa. Una amplia mayoría y sobre todo en independentistas y podemitas está a favor de reforma la Constitución. Los separatistas están a favor de tirar abajo la carta magna, la izquierda cree que procede una reforma importante y en el PP una pequeña reforma. En Ciudadanos se debaten entre estas dos últimas. Si a continuación miramos qué tipo de reformas, los de PP y Ciudadanos defienden coordinar y recentralizar competencias de Educación y Sanidad, los socialistas se reparten entre esta última y la transparencia y lucha contra la corrupción, los de Podemos apuntan los derechos sociales y los independentistas más competencias para las CCAA.

Acerca de la satisfacción con el funcionamiento de la democracia (uno de los aspectos altamente estudiados en mi tesis doctoral), nos encontramos con la sorpresa de que los votantes de Podemos son los más insatisfechos con un 67%. ¿Seguro? ¿Después de la moción de censura? No me lo creo. También hay bastante descontento en Ciudadanos con 49%, pero menos hay en el PP con 42%. De hecho, sólo PP y PSOE superan el 50% de satisfechos.

Respecto a la legitimidad democrática, se cumple la máxima de que siempre es la izquierda la que en una abrumadora mayoría prefiere un sistema democrático en abstracto. La diferencia con Ciudadanos es mínima porque se aproxima al 90% y en el PP es un 82%. 8,7% de votantes del PP creerían que en una dictadura vivirán mejor, posiblemente por nostalgia del Franquismo.

Se pregunta también por la confianza institucional y en concreto por el Congreso. En esta ocasión existe una mayoritaria desconfianza en todos los votantes destacando un 74% en los de Ciudadanos.

En la legitimidad del Estado Autonómico no existen importantes novedades. Sigue siendo mayor el porcentaje favorable a mantener el actual, aunque existe un 53% de votantes del PP favorables a la recentralización, un 49% de Ciudadanos para estas mismas opciones y 41% en los de Podemos que prefieren o más competencias para las CCAA o referéndum para independizarse (17%).

En la valoración de líderes, no aprueba nadie. Pedro Sánchez obtiene una media de 4,11 seguido de Albert Rivera con 3,93, Alberto Garzón con 3,79, Pablo Casado con 3,56 y Pablo Iglesias con 3,07. Aquí poco hay que decir porque es más de lo mismo. Lo esperado era que Sánchez fuese el más valorado por la ilusión de los votantes socialistas y la tregua de muchos votantes de Podemos.

En la ubicación ideológica de los partidos, me llama poderosamente la atención ese 8,20 al PP, prácticamente en la extrema derecha. Observo con no menos perplejidad que más de un 40% de los votantes populares sitúan a su partido en las casillas de 8 a 10. ¿Seguro? los peperos son muy fieles, pero jamás perciben a su partido como muy de derecha, más bien de centro-derecha. También me asombra la asignación de un 7,10 a Ciudadanos, que solía moverse en el seis y pico. El odio podemita y separatista es el que explica que se desequilibre tanto la balanza. Y es que si en UPyD alegan que jamás llegaron al 6 es porque tampoco sumaron la fuerza electoral y social de Ciudadanos.

Y terminamos con la intención de voto, el voto más simpatía y el voto estimado. Me ha sorprendido a la par que encantado que Ciudadanos resulta ser el partido más preferido por los votantes de entre 25 y 45 años, existiendo un importante bajón del PP. Sin embargo, la sobrada de votos favorables al PSOE de mayores de 45 años e incluso doblando al PP en la elevada franja de 45-64 años resulta muy, muy poco creíble. En simpatía gana el PSOE de mayoría con un 54% de sus propios votantes y sorprende que en los de Podemos sólo sea un 18%. En voto + simpatía supera el PSOE al PP en 9 puntos, en 10 a Ciudadanos y en nada menos que 14 a Podemos, cifras que prácticamente se repiten en la intención y estimación de voto salvando la diferencia de 10 puntos de ventaja al PP. Para más inri, el PSOE tiene el mayor porcentaje de identificación partidista con un escandaloso 75% de sus votantes. Estas cifras son el remate de unas estadísticas que parecen más producto de una cocina que de un muestro y estudio fiel.

¿Para cuándo un CIS cuya cúpula sea seleccionada por concurso entre profesionales?

lunes, 24 de septiembre de 2018

Pedro Sánchez, el presidente Cum Fraude

Terminó un verano 2018 que en sus últimas semanas ha asistido a una sucesión de noticias relativas a los presuntos fraudes en la obtención de másteres en la Universidad Rey Juan Carlos. Por una parte, Pablo Casado ha sido "absuelto" de ser imputado en el caso Máster en el que está siendo investigada Cifuentes. Ahora bien, es igualmente cierto que cuatro de los cinco vocales que tenían que tomar la decisión fueron en su momento puestos por el PP. Es lo que tiene la politización de la Justicia, que los mismos que tienen que revisar tu caso son en teoría "de los tuyos". Esa misma politización que desde círculos de la "nueva izquierda" se defiende porque lo impone la Constitución Española por el principio de soberanía popular.

Por otra parte, la ministra de Sanidad Carmen Montón tuvo que dimitir debido a que se descubrió que había sido otra alumna del polémico Máster. Su marcha, a buen seguro forzada por el Presidente por accidente, habría enseñado la puerta de salida al rival Pablo Casado del PP. Sin embargo, han podido ver para su resignación que ha salido de rositas mientras el gobierno socialista tacha dos ministros de los nombrados en junio.

Sin embargo, el mayor escándalo tiene que ver con Pedro Sánchez. Para empezar, su tesis no sólo no había sido publicada sino que tampoco podía consultarse, dado que se compartieron una capturas en Teseo que en realidad no acreditaban que pudiera leerse. Diversos medios solicitaron acceder a la tesis y han ido destapando ciertos detalles curiosos. Desde un tribunal compuesto por afines a fusilar una conferencia entera, copiar textos de otros autores sin citarlos e incluso autoplagiarse en un libro, sin citar nada. Cómo sería el asunto que hasta Pablo Iglesias le pidió explicaciones. Lo único que el señor Falconetti (como diría Losantos, en relación con su afición a desplazarse en avión oficial hasta para la boda de un cuñado) argumentó es que fue involuntario. Es decir, "fue sin querer queriendo" como se excusaba el Chavo del Ocho. Además, remató con un "hablar de mi tesis es enturbiar la calidad de la democracia". Así, sin despeinarse ni avergonzarse. También amenazó con querellarse contra OKDiario y todos los medios, pero se echó atrás. Porque sabe que tiene todas las de perder.

Con Albert Rivera, Sánchez se mostró mucho más agresivo y le espetó en el Congreso un "os vais a enterar". Y, lo que tiene el poder de ser el Presidente: se le acusó desde algunos medios a Albert Rivera de haber mentido en el Currículum Vitae autoasignándose un título de doctorado. Realmente, el Círculo de Economía había transcrito mal cuando realmente estaba siendo estudiante (doctorando). Esa misma denominación lo empleó en el CV del partido Ciudadanos, Parlament y Congreso de los Diputados. Con "doctorando", simplemente quería reflejar que terminó los estudios y superó los créditos necesarios, sin llegar a presentar ni defender la tesis por dedicarse a la política (empezó mucho antes que todos los rivales). 

En definitiva, hemos asistido a otra estafa más de nuestro presidente #CumFraude que, si no fuera de ninguno de los componentes de este gobierno Frankenstein constituido por socialistas, podemitas, independentistas y filoetarras, sería conminado a dimitir. Como lo han hecho otros políticos en el extranjero. Pero esto es España, la España atada de manos y pies de un socialismo al que vale todo para gobernar. Incluso sugerir un indulto para los golpistas.