El pulso independentista ha sufrido la detención de varios altos cargos de la Generalitat y varios empresarios por tenencia y manejo de documentación relacionada con el referéndum ilegal que hay previsto para el próximo domingo 1 de octubre en Cataluña. En declaraciones públicas, Rajoy ha insinuado que si no cesan en su empeño se podrán enfrentar a males mayores. Es lo menos que deseábamos del Gobierno, puesto que se trata de aplicar la Ley. Sin embargo, los separatistas ni mucho menos se sienten vencidos y llevan organizando manifestaciones espontáneas en las que han destrozado vehículos de la Guardia Civil e incluso han escracheado a varios miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Y sin olvidarse de los políticos no independentistas, con pintadas y amenazas en el local de comida para llevar de los padres de Albert Rivera. Verdaderamente dantesco.
Los partidos de la izquierda se han retratado. Tanto Podemos como el PSOE no han votado a favor de una PNL por la que Ciudadanos apoyaba al Gobierno y a las instituciones estatales en todo lo relativo a la estabilidad institucional en este tema. Pero es que además, Pablo Iglesias y sus compañeros han realizado duras declaraciones contra las detenciones producidas con arreglo a la Ley y apoyando la causa separatista de celebrar el referéndum, sin ningún tipo de crítica hacia esta última. Es más, se permite la desfachatez de calificar como "presos políticos" los detenidos, que ya han sido liberados con cargos.
La locura separatista ha llevado a situaciones tales como institutos enviando a los padres de alumnos autorizaciones para participar en manifestaciones de defensa de los imaginarios "países catalanes" y la independencia. Sí, sí, con menores de edad. Adoctrinando, que es gerundio. También, cerca de 300 personas que dicen ser miembros de la Iglesia expresaron su rebelión (con la Iglesia hemos topado). Por si esto fuera poco, han llegado a rajar de Serrat en redes sociales porque no confía en el referéndum y lo considera opaco e inútil.
¿Qué implicaciones de apoyo político y electoral pueden tener estos comportamientos y reacciones? Bajo mi punto de vista, el más beneficiado ha sido el PP y el Gobierno, que habrían podido ser vistos como eficaces y garantes de la Ley y la unidad nacional. Por el contrario, Podemos saldría muy dañado por su compadreo indirecto con el separatismo, no porque defienda celebrar el referéndum, sino también porque defiende saltarse las leyes y sus apoyos se concentran exclusivamente en los independentistas. Y no olvidemos que Podemos se trata de un partido de ámbito estatal y que NO resulta el más votado fuera de las CCAA con fuerte nacionalismo periférico. Por otra parte, la equidistancia del PSOE y su carácter tibio también le ha restado visión como un partido que garantiza la unidad de España. Ciudadanos ha estado muy bien, siendo duro con quien hay que ser y apoyar a las instituciones.
¿Cómo solucionar esto? De Guindos sabe perfectamente que el problema está en la financiación. Y eso debe de abrir la negociación antes del 1 de octubre. Debería. Juan Ramón Rallo también opina que es necesario revisar el sistema de financiación y fiscal tanto de España como de Cataluña. No se trata de quitar competencias a nadie, sino de proteger el Estado Autonómico. Sentarse y valorar si de verdad nuestro sistema fiscal va bien o estamos perdiendo mucho dinero. Seguro que existe una forma de calmar esta tensión creciente de carácter político-territorial. Algo que debió de haberse hecho hace 5 años, pero nunca es tarde.
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