viernes, 16 de diciembre de 2022

Hay que echarlos, pero en las urnas

En el día de ayer, el gobierno de PSOE/Podemos con sus socios aprobó derogar el delito de sedición y rebajar el de malversación con la única voluntad de contentar a los independentistas que promovieron o apoyaron los sucesos del famoso 1 de octubre de 2017 y la consulta ilegal e inconstitucional que daba pie a una declaración unilateral de independencia de Cataluña. Pero la cosa no queda ahí, sino que además se coló la reforma de las Leyes Orgánicas del Poder Judicial y Tribunal Constitucional para reducir la mayoría necesaria para la renovación del CGPJ a simple. En definitiva, una reforma express del Código Penal que evidencia cuál es realmente el interés de los partidos del Ejecutivo: mantener la silla y el poder a toda costa. Y de nada han servido los recursos presentados ante el Tribunal Constitucional por parte de PP y Vox, que contaban con fuerza parlamentaria suficiente para ello, rechazando la presidencia de la cámara la suspensión de dicha sesión hasta que no se resolvieran.

A partir de ahí, pudimos ver en Twitter tanto a representantes políticos de los socios del Gobierno como a activistas políticos que juegan a ser periodistas (lo ponen en su bio pero lo que escriben y difunden no es periodismo sino servilismo) justificar aquéllas acciones acusando no ya a la Oposición de golpismo sino incluso al Tribunal Constitucional. Sí, los mismos que se escandalizaban de que días atrás se hablase de autogolpe. Y todo arranca con esas declaraciones gravísimas de Pedro Sánchez.

Y por si fuera poco, dentro vídeo para escuchar estas otras declaraciones no menos impresentables de Felipe Sicilia:

 

Hasta hace unos años era únicamente Podemos quien atacaba a la Justicia sin pudor. Pero esa metástasis que supone un partido de extrema izquierda (que casi nadie se atreve a reconocer) se ha apoderado completamente del PSOE gracias al ansia de poder y a la prepotencia de Pedro Sánchez. De hecho podemos hablar sin tapujos de una deriva autoritaria muy preocupante. Y si en los próximos días resuelve el TC y anula la votación será entonces cuando tanto el Gobierno y sus socios como sus títeres mediáticos difundirán (una vez más) el "golpe" del Tribunal Constitucional y la supuesta injerencia de la Justicia. Y será una nueva muestra de la ignorancia supina que les caracteriza, pues la separación de poderes es el principio en el que necesariamente descansa la representatividad de la soberanía popular. Soberanía que, en este caso más que ignorancia por mezquindad, olvidan que se fundamenta en la UNIDAD indisoluble de la Nación española y no en un territorio que para demandar independencia resulta ser demasiado influyente.

Verdaderamente que en esta situación merece una moción de censura en respuesta a esta deriva. Sin embargo, la solución no es la que plantea Vox. Lo primero de todo es que ese movimiento de hace una semana responde exclusivamente a una estrategia de imagen después de haberse visto perjudicado por el caso Olona en las encuestas. Segundo, es imposible sumar votos suficientes porque pese a los García Page que se han quejado no van a mover nada y ningún diputado va a comportarse como un socialdemocráta en lugar de un "sociata". Tercero, no tienen ningún candidato por mucho que traten de buscar a alguien "neutral" que pueda convencer incluso al ciudadano de a pie descontento. Cuarto, la sola presencia de Vox supone más munición al Gobierno para retratar la foto de la "derecha y ultraderecha" con la que se asegura mantener a su electorado menos afianzado. Quinto, la más que previsible derrota ofrecería una victoria a un Gobierno de coalición que pasa por su peor momento con el escándalo de las rebajas de condenas a violadores gracias a la Ley del sí es sí que equipara abuso con agresión sexual y lo que relato en este post, al margen de la guerra económica derivada de la guerra de Rusia. ¿Sigo con más?

Termino el post con esta brillante intervención de nuestra Inés Arrimadas:


Y seguiremos, porque este blog ha vuelto para quedarse.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Volveremos... porque el escenario actual lo exige

Llevo mucho tiempo de nuevo sin actualizar este blog. Más de dos años. Y eso que habría mucho de lo que hablar. 

Primero, un Gobierno de España que sigue absolutamente desquiciado y repartiendo etiquetas de radicalismo y ultraderechismo absolutamente a todos. Blanqueando indultos a corruptos, golpistas y a secuestradoras de niños, reduciendo penas a violadores gracias a su inútil ministra de Igualdad (no merece ni ponérsele mayúscula a su cargo), inventándose colaboracionistas franquistas como su vergonzosa cancelación contra Juan de la Cierva, etc...

Segundo, la Región de Murcia es gobernada por el ejecutivo más indigno y mezquino de la historia que se sostiene por una banda de tránsfugas que no sólo ha demostrado su incompetencia para dirigir Consejerías o ejercer la portavocía de la Asamblea o el Consejo de Gobierno, sino que han renunciado a cualquier tipo de principios y dignidad moral con tal de arrodillarse ante López Miras por un puesto.

Tercero, un peligroso dictador como Putin que es admirado tanto por comunistas trasnochados que se creen que la Federación Rusa es igual que la antigua URSS (y por ello todo lo que haga está bien) como por la extrema derecha más rancia, la antivacunas y xenófoba que lo ve como un adalid contra los derechos y libertades LGTBi, autoritario y ultranacionalista como ellos. Un personaje que lleva meses invadiendo y bombardeando Ucrania con el entusiasmo de estos radicales.

Cuarto, un proceso de refundación de Ciudadanos que a fecha de hoy no sabemos hacia dónde va a ir ni cómo va a cambiar la gravísima crisis de popularidad y credibilidad que sufre la formación política. Creo que es imprescindible en esta situación actual que emerja una opción auténticamente liberal. Por supuesto, no sólo es preciso que funcione internamente sino también hay que tener suerte en lo exterior. Si los medios de comunicación no quieren, se silenciará y denostará.

En cualquier caso, todo esto es suficiente como mínimo para recuperar este blog.



miércoles, 26 de febrero de 2020

Y ahora... ¿qué?

Ha pasado muchísimo tiempo desde la última entrada. O, mejor dicho, han pasado muchísimas cosas en el más de un año que llevaba sin escribir por aquí. Lamentablemente, el partido Ciudadanos ha pasado de haber conquistado 57 diputados en abril de 2019 a hundirse en los infiernos con sólo 10 en noviembre del mismo año. A nivel externo, la confianza en Ciudadanos se halla por los suelos pero es que a nivel interno asistimos a una triste disputa entre afiliados que antaño eran compañeros unidos y ahora parecen enfrentarse por los apoyos a los candidatos a compromisarios y los aspirantes Arrimadas/Igea.

Vayamos por partes. ¿Qué ha pasado para que Ciudadanos se hundiera en la miseria electoral y en la actualidad sea un partido injustamente minimizado en el Congreso de los Diputados? Analicemos:

1. Sánchez. Primera parte: El "no es no". Muchos argumentaron que había que haberle dejado gobernar, que daba la suma de sobra. Pues bien, precisamente gran parte de esos 57 diputados (subidón desde 32) se debieron principalmente al duelo ganado ante Pablo Casado, pero también porque en esa competencia con el electorado de centro-derecha se insistió en no pactar con Sánchez. Se demostró que la postura ante la moción de censura contra Rajoy fue acertada. Por otra parte, Sánchez NUNCA demostró tener interés alguno en un pacto con Rivera, sino que tan sólo pedía "no bloquear", es decir, la abstención. Y  ello implicaba que ninguno de los diputados naranjas sería ministro, de manera que poco cambio sería posible. Sin embargo, no es menos cierto que en un gobierno monocolor investido por Ciudadanos, Podemos se posicionaría claramente en contra y a la postre el PSOE tendría que echarse en manos de Rivera.

2. Sánchez. Segunda parte: El "a lo mejor sí". Pocos han hablado de esto, pero pudo haber tenido algún impacto el hecho de que a última hora le ofreciese a Pedro Sánchez la posibilidad de investir su gobierno bajo tres condiciones. Igual de verdad es que las condiciones eran prácticamente inasumibles para el PSOE como aplicar el 155 de nuevo, romper con Bildu en Navarra y por último no subir impuestos a familias y autónomos. Ello pudo haber sido interpretado por el electorado de centro-derecha como un peligroso bandazo.

3. VOX. Primera parte: el pulso perdido con el voto alternativo. La irrupción de Vox como partido incardinado dentro del voto alternativo que ya representaban Podemos y Ciudadanos ha podido ser un coladero de votos trasvasados de color naranja a verde. No hay que olvidar que buena parte de los votos de Ciudadanos no venían tanto del PSOE como muy especialmente del PP. El discurso contundente de Vox en aspectos como el desafío catalán o el feminismo radical, aparte de su oposición frontal al pacto de Sánchez con independentistas, han animado a gente que ya había roto hace tiempo con el PP para posicionarse con Vox incluso de forma ideológica. Quiero decir con ello que este partido Vox ha podido generar un fuerte sentimiento de identificación partidista de personas que durante bastante tiempo no habían desarrollado. Y eso convierte en muy complicado recuperar ese voto alternativo trasvasado.

4. VOX. Segunda parte: los pactos sustentados en gobiernos regionales. En Andalucía, Murcia y Madrid (curiosamente las dos regiones perseguidas en la actualidad por el gobierno Sánchez), PP y Ciudadanos se reparten las consejerías de manera exclusiva. Sin embargo, el gobierno es sustentado con los votos de Vox, por lo que irremediablemente te obliga a sentarte con ellos quieras o no. Aunque no ocupen puestos de poder. Este tipo de pactos ha podido espantar al electorado de centro-izquierda (poquito pero existente) que prácticamente ya no quedará en la actualidad por haber regresado al PSOE.

En definitiva, tanto acercarnos como alejarnos de Pedro Sánchez y de VOX nos han costado perder 2 millones y medio de votos.

En la actualidad, los medios prácticamente no hablan del partido Ciudadanos salvo para comunicar sus problemas internos, lo que no es más que hurgar en la herida. Pero es que, además, se ha visto salpicado por la polémica del pin parental que ha escalado de Murcia a todo el debate nacional. Y en ese punto, nuestras explicaciones han sido tan desafortunadas como incongruentes. Así que a nivel externo las cosas no parecen ir a mejor ni amainar, sino más bien todo lo contrario.

¿Y qué errores ha habido a nivel interno o bien qué problemas han y están provocando la división interna del partido?

1. El deterioro de la imagen pública de Inés Arrimadas. Hasta hace un año, Arrimadas era muy bien valorada en términos generales con la excepción de los independentistas (que la odian a muerte) y los grupos asociados o vinculados con Podemos. En la actualidad, estos radicales han conseguido que el electorado de centro-izquierda haya disminuido considerablemente su valoración, incluso asumiendo el insulto de "montapollos" para despreciar su lucha contra el separatismo. Además, el centro-derecha también la tiene en menos estima y qué decir de los conservadores, que la consideran una continuista de la "dictadura progre" o "consenso progre", como se quiera decir. Por si fuera poco, dentro del partido tiene sus propios detractores que le acusan de continuismo y prefieren a Igea.

2. La oposición abierta de Francisco Igea. Este señor no ha cesado de airear públicamente todo tipo de críticas al partido y a sus dirigentes más destacados. Además, no ha dudado en eliminar de redes sociales (como a mí) o en directamente bloquear a todo aquél que le expresaba alguna crítica a su comportamiento. Sin duda, su forma de proceder está siendo aprovechada por toda la prensa hater (Público, El Diario, El Plural...) para ver si así se entierra de una vez a Ciudadanos, mientras que no cesan de darle vida a VOX que son los que más hacen por promover el voto a la izquierda del electorado moderado.

3. Las "peleas" telemáticas entre afiliados por los dos anteriores. Y ya lo que faltaba es ver continuamente en Facebook y Twitter a militantes de nuestro partido discutiendo. Estas cosas en el PSOE y en el PP se minimizan o sencillamente se esconden, pero aquí están aflorando continuamente. No podemos seguir ese camino, porque de lo contrario nos terminaremos autodestruyendo.

Personalmente, yo tengo clarísimo que quiero y voy a votar a Inés Arrimadas. Nadie mejor que ella puede dirigir Ciudadanos y recuperar la confianza perdida por culpa de nuestros bandazos. Pero también sé que Igea tiene ideas que, más allá de su estilo formal poco constructivo, pueden ser dignas de escuchar y reflexionar. Sin embargo, tampoco hay que olvidar que Igea es a su vez el candidato favorito de aquéllos que quieren ver destruido a Ciudadanos. Así que da que pensar y mucho.

lunes, 11 de febrero de 2019

La España que pide respeto y elecciones

En el día de ayer, se celebró en Madrid una multitudinaria manifestación contra el Gobierno de Sánchez y sus concesiones a los independentistas y en favor de la convocatoria de elecciones. La misma fue propuesta por Albert Rivera, a la que se sumaron Pablo Casado y Santiago Abascal, así como otros partidos como UPyD, Foro Asturias e incluso algunos ex cargos socialistas. Pero claro, para los pedristas, podemitas, separatistas y prensa de "izquierda", la inmensa mayoría eran de Falange y Hogar Social Madrid y fueron cuatro gatos. Esa es su única respuesta, ofrecer una visión extremadamente radical como si todo fuese extrema derecha y minimizarla aunque los vídeos hablen por sí solos y PP y Ciudadanos rechacen expresamente a grupos antidemocráticos.

La gota que colmó el vaso para la convocatoria de la manifestación fue el anuncio del Gobierno de negociar una solución al conflicto de Cataluña a través de la figura del "relator", que no viene más que a ser un mediador. Con esa respuesta, ha despreciado y puesto en tela de juicio el valor de las instituciones políticas, que son las que deben de encontrar y aplicar una solución democrática y que respeto el marco constitucional y legal. Y que bajo ningún concepto entre en los chantajes de quienes ya piden saltarse los procesos judiciales y eventuales indultos. Al separatismo no le conviene solucionar el problema, sino eternizar el proceso. Y buena prueba de ello fueron los 21 puntos de líneas rojas que no eran sino una tomadura de pelo a un Gobierno que se sabe atado de manos y pies a los caprichos independentistas.

Durante el viernes, curiosamente salió a la palestra Carmen Calvo para anunciar que daban por rotas las negociaciones con los independentistas. No se lo cree ni ella. Fue un órdago para paralizar la movida de la manifestación, pero saben perfectamente que van a seguir insultando la inteligencia con el pisoteo de la palabra diálogo. Esa palabra que significa mucho pero que su contenido suena hueco pronunciada tanto por el PSOE y el ultranacionalismo de Torra.

El miércoles es cuando se votan los Presupuestos Generales del Estado para 2019 y tanto PP como Ciudadanos y los grupos independentistas han anunciado enmiendas a la totalidad. El rechazo a los Presupuestos debería de ser motivo de convocatoria de elecciones anticipadas, pero el PSOE no se atreve ni tiene el valor de hacerlo. Si tan convencido está de que la manifestación de ayer fue un rotundo fracaso, ¿qué problema hay en convocar elecciones? Total, según el CIS de Tezanos es primera fuerza en España. ¿No será que tienen miedo de que los españoles les den una nueva "patada" electoral y sigan hundiéndose más todavía?

Desde luego, si esa prensa y esos políticos afines al Gobierno Frankenstein se creen que insultando y menospreciando a todos los españoles que se manifestaron o apoyaron la concentración de ayer van a conseguir que cambien su voto en favor del PSOE, Podemos y demás... van más que apañados. Si creen que ayer se estaba vulnerando la Constitución... están más que equivocados. España pidió ayer unas nuevas elecciones para expulsar a este Gobierno de vendidos y volverá a hablar y muy fuerte y claro en los próximos comicios.

Que se preparen.

viernes, 18 de enero de 2019

Adiós al Aeropuerto de San Javier

El lunes apagó sus paneles. El aeropuerto internacional de San Javier-Murcia cierra al uso civil para turistas y permanecerá funcionado exclusivamente para el militar. Un aeropuerto que ha sido premiado varias veces y que ha ido incrementando su volumen de viajeros durante los últimos años. Más de 50 años funcionando y beneficiando el turismo del Mar Menor, a pesar de que en los últimos años éste haya perdido gran parte de su brillo por culpa de la contaminación. Pero todas las palabras de los políticos y muy especialmente de los del PP de la Región de Murcia han sonado a hueco.

La historia de Corvera, que se inauguró este martes, es absolutamente bochornosa. Su inicio data de finales de la década de los ochenta cuando el presidente Carlos Collado (PSOE) ya promovía la necesidad de construir otro aeropuerto. Ya con Valcárcel en el Gobierno (PP) se compraron los terrenos en el año 2000. El aeropuerto terminó de construirse en cuatro años desde 2008 a 2012 y desde entonces los murcianos nos estamos estado endeudando para pagar los costes de mantenimiento. En total ha generado más de 30 millones de euros en costes durante el tiempo que ha estado cerrado.

Se generan muchas dudas respecto a la rentabilidad del nuevo aeropuerto cuando el de San Javier (como se ha podido leer) ha demostrado desde siempre ser muy eficiente y atraer a muchos viajeros y turistas. Algunos entienden que desplazar el aeropuerto internacional de Murcia evita potenciar el sur de Alicante (porque en el arriba en el Altet ya tienen otro) y beneficia al... ¿turismo de interior? Esto última correlación no termina de verse tan clara. Pero para la zona de las playas del Mar Menor el efecto es absolutamente dañino. No hubiera costado ni mucho menos tanto dinero como el gastado el haber renovado el de San Javier. Haber apostado por el mismo, dado que además ha demostrado ser un ejemplo.

El despropósito no cesa de indignar a los ciudadanos cuando miran la prensa y descubren hoy que las expropiaciones que fueron necesarias para construir Corvera fueron financiadas en parte con fondos del soterramiento del AVE. Ese AVE que el PP prometió que iba a llegar en 2015. Y ahí estamos con unas obras mal planificadas y que molestan a los vecinos que quieren entrar y salir de sus viviendas. Y, por supuesto, sin garantizar que el 100% del trazado sea soterrado. También existe una demanda judicial contra la concesionaria AENA por las condiciones de traslado de los trabajadores y por último algunas tiendas que han tenido que cerrar por culpa de unos alquileres más caros en Corvera. En definitiva, al PP sólo le ha importado la pomposidad de la inauguración y la anotación del tanto a cuatro meses de una cita electoral.

Respeto las posiciones y comentarios de quienes alabaron el aeropuerto de Corvera, ya que sobre el papel las instalaciones dan la impresión de ser modernas (aunque llevasen 7 años paradas). Sin embargo, desde mi punto de vista, poco o nada hay que celebrar para el Mar Menor y este tipo de movimientos a la postre dan la razón a los que protestan por el centralismo de Murcia. Ya lo próximo que está sonando es hacerle la competencia a IFEPA (Torre Pacheco) con el Recinto Ferial de Corvera.

Creo que en las próximas elecciones del 26 de mayo, los ciudadanos marmenorenses debemos de expresar en las urnas que no estamos en absoluto de acuerdo con el cierre del Aeropuerto Internacional de San Javier. Y el Partido Popular, que ha gobernado todos los años de la adquisición de terrenos, expropiaciones y construcción de Corvera, tiene la responsabilidad de lo sucedido. Especial risa floja me entra cuando escucho al Alcalde de San Javier, José Miguel Luengo, quejarse hace unos años de que se fuese a cerrar un aeropuerto y construir otro a escasos kilómetros y recordarlo ahora mencionado expresamente al PSOE. Ni él ni nadie del Gobierno Regional estuvo presente en la jornada de cierre de este lunes. Por lo menos, no se presentó el mencionado Alcalde en la inauguración de Corvera.

jueves, 10 de enero de 2019

Habemus pacto en Andalucía

Ayer, el PP y Ciudadanos hicieron público el acuerdo definitivo para la constitución de un gobierno alternativo en Andalucía después de 40 años de socialismo que degeneró en paro, corrupción y pobreza galopantes. De forma paralela, el PP ha acordado algunos aspectos con Vox, dado que Juan Marín y el partido C's, con muy buen criterio, se negaron tanto a negociar con los populistas de derechas como a permitir que formasen parte del Gobierno autonómico en alguna Consejería. Y es que, que nadie se lleve a engaño. El partido naranja está tan lejos de Podemos como de Vox, puesto que representan las dos caras extremas del populismo. Aquí pueden consultarse las medidas pactadas entre PP y Ciudadanos y aquí las que han pactado exclusivamente PP y Vox.

Durante estas semanas, los conservadores amigos de Le Pen y la ultraderecha europea, se han dedicado a amenazar y torpedear el cambio en Andalucía exigiendo la aplicación de sus polémicas cuando no absurdas medidas. Eliminar subvenciones y ayudas a asociaciones feministas sin ánimo de lucro y a la igualdad de género, cambiar la fiesta de Andalucía al 2 de enero por la toma de Granada (Reconquista de Al Ándalus), expulsar a los 52.000 inmigrantes ilegales que (dicen ellos, sin fuentes ni nada) existen en Andalucía y otra serie de disparates. Y todo eso con 12 escaños, aunque parece que se creen con mayoría absoluta por sí mismos.

La prensa "progre" como El Diario, Público y sobre todo El Plural, se han dedicado a dar por hecho un acuerdo a tres bandas para gobernar por igual desde el primer momento. Cuando eso es falso por completo, dado que Ciudadanos rechazaba pactar con Vox más allá de procurar que estuviesen en la mesa del Parlamento Andaluz (por simple normalidad democrática) y además ninguna Consejería estará en manos conservadoras. Desde el minuto cero, han ansiado la foto y han polarizado tanto la situación que han pretendido vender que iba a gobernar la extrema derecha. Vamos a ver, para estos "opinadores", aún sin la existencia de Vox seguirán con el mismo discurso de radicalización.

Ahora parece que Susana Díaz es buena, que no pretendió hundir al actual Presidente del Gobierno, que no es de derechas, que no hizo tan mal Juan Marín al pactar con el partido de los ERE... Pues no. Al PSOE-A se le dió una oportunidad y la ha pisoteado durante cuatro años. Y ahora es cuando reclaman que gobierne la lista más votada cuando todavía queda caliente la Moción de Censura que desalojó a Rajoy y permitió el desembarco del PSOE. Además, parece que no pasa nada por sumar votos para gobernar con los populistas de Podemos, todos los independentistas (incluidos los golpistas) y hasta los amigos de los etarras. Pero el problema es que sea con los votos de Vox, aunque se hayan marcado distancias desde el primer minuto

Lo que ha quedado completamente claro es que PSOE y sobre todo Podemos van a aprovechar la irrupción de Vox para martillear con "el tripartito" y meter en un mismo saco a los tres partidos que van a investir a Juan Moreno como Presidente de la Junta de Andalucía. Por si no hubiesen etiquetado hasta la saciedad a PP y sobre todo a Ciudadanos (quien más votos le disputa) como de extrema derecha. Es lo único que les queda para tratar de recuperar el voto perdido y enviado a la abstención. Y, ¿a quién nos recuerda esta estrategia? Pues al Partido Popular de Mariano Rajoy que gracias a la repetición de elecciones favorecida por Podemos pudo recuperarse. "O nosotros o la extrema izquierda" fue su lema de campaña. Además, se avecina un 8 de marzo en el que Podemos (y en la persona de Irene Montero) tratará de autoasignarse en exclusiva la defensa del feminismo.

Frente a ese tipo de tonterías enormes, Ciudadanos se presenta como el auténtico centro en un escenario en el que parecen estabilizados cinco partidos. Andalucía debe marcar el camino y mientras que el PP comienza a voxizarse y el PSOE sigue podemizándose, más espacio habrá para que Ciudadanos capte el voto del ciudadano moderado.

lunes, 3 de diciembre de 2018

Elecciones andaluzas 2018: la derrota que merecía el Socialismo

Celebradas ayer las elecciones anticipadas en la Comunidad Autónoma de Andalucía de 2018, han arrojado un sorprendente resultado en el que el PSOE, pese ha haber ganado como casi siempre lo ha hecho, ha pasado de 47 a 33 diputados. Ello no se ha traducido en un aumento de la fuerza electoral de Podemos e Izquierda Unida, presentados en la coalición Adelante Andalucía, sino en una espectacular entrada de VOX con nada menos que 12 diputados. De la nada más absoluta, este partido conservador ha experimentado una subida más fuerte que la de Ciudadanos en 2015. El equipo de Juan Marín ha pasado de 9 a 21, lo que son unos resultados magníficos y sólo 5 por debajo del PP de Juanma Moreno que queda con 26. La coalición de Podemos se queda con 17, lo que supone 3 menos que por separado hace casi 4 años.

Es la gran oportunidad para echar de una vez por todas al Susanismo y, sobre todo, a ese socialismo rancio que ha dominado Andalucía desde que falleció Franco y la ha sumido en el paro, pobreza y corrupción. Lo que resulta gracioso, en este escenario en el que hay cinco partidos con significativa representación, es la autocrítica cero por parte de la izquierda, que en sus intervenciones llamó al miedo por la "extrema derecha", repitiendo esa expresión constantemente. Al parecer, el hecho de que el gobierno Sánchez pactase con la extrema izquierda de Podemos y todos los separatistas (entre los que se encuentran golpistas y xenófobos de extrema derecha) es de lo más democrático porque había que echar a Rajoy y silenciar a Ciudadanos. Incluso contar con el residuo etarra de Bildu.

Especialmente curiosa ha sido la reacción de Iglesias y su grupo, prácticamente llamando a la insurrección en las calles tras los resultados democráticos y haciendo mención expresa a una serie de colectivos que sufren discriminación pero que son aprovechados e instrumentalizados de manera vergonzosa por Podemos. La extrema izquierda a la que ellos representan no permite bajo ningún concepto que otros partidos como Ciudadanos representen y defiendan a mujeres y personas LGBT. No hay más que ver las manifestaciones en las que increpan e insultan a mujeres diputadas y concejales del partido naranja. Y luego se atreven de hablar de fascismo y de dar lecciones de democracia y tolerancia.

No se enteran de la película. Valdría la pena analizar por qué ha subido tanto VOX y seguramente ha pescado votos de la izquierda. En gran parte, ha sido debido a que ha utilizado una estrategia similar a la Podemos y es captar el voto del hartazgo. Pero es que, además, la propia izquierda los ha alimentado hablando constantemente de ellos, con la intención y creencia de que así iban a dividir al PP y Ciudadanos. Y nunca se han parado a pensar que en su caladero de votos podrían encontrarse ellos. Que eventos como la manifestación comunista contra VOX en Murcia sólo servían para multiplicar votos para la formación de Abascal. Igual que las críticas y ataques contra Podemos fueron tan sumamente infantiles que sólo le hicieron explotar en 2015. Antes de que la demagogia de estos cayera por su propio peso al año siguiente y en el presente 2018.

Desde un punto de vista nacional, el hecho de que se produjese una moción de censura y se constituyese un gobierno sostenido por Podemos e independentistas, así como el reemplazo de Rajoy por Pablo Casado, son los dos factores que muy probablemente han favorecido que Abascal y su partido encontrasen los resortes adecuados no ya para Andalucía sino para toda España.



A partir de ahora, ¿qué va a pasar? Bajo mi punto de vista, Ciudadanos no debe en ningún caso consentir que continué el PSOE de los ERE. Para empezar, las cifras no dan. Sólo sería posible con una abstención en las filas de Adelante Andalucía, pero esta gente nunca votará sí a un pacto de gobierno que implique a cualquiera de C's, PP ó VOX. Pero en lugar de ese continuismo incomprensible, lo que hay que hacer es propiciar un cambio. Sin embargo, hay varias fórmulas y no todas pasan por un pacto de tres PP-C's-VOX.

Juan Marín y Albert Rivera anunciaron ayer que Ciudadanos se postularía como candidato a gobernar Andalucía. Es una estrategia muy buena, dado que relega la presión a los otros partidos y especialmente a los del pánico a la "extrema derecha". También evita que Ciudadanos se encasille como llave de gobierno y pueda quemarse por un pacto con PP y VOX y qué decir con los socialistas y Podemos. Además, el partida naranja gobernaría una Comunidad Autónoma por primera vez y de alta relevancia en España, pudiendo aprovechar esa posición para aumentar su credibilidad ya en ascenso de cara a las siguientes elecciones del 26 de mayo de 2019. Creo que es nuestro momento y hay que ser valientes. Y que PSOE y Podemos (incluso el PP) decidan: o Ciudadanos o VOX.