Con unos días de retraso respecto a la noticia pero aún con la pendiente investidura del nuevo presidente de la Región de Murcia, quería comentar mis impresiones ante lo sucedido y lo que puede acontecer. Pero, ante todo, la resolución de esta crisis que estalló con la confirmación de la imputación ha terminado resolviéndose de la manera más apropiada: dimitiendo Pedro Antonio Sánchez. Y ello a pesar de que de la manera más demagógica afirmara que se marchó para evitar un gobierno de PSOE-Podemos-Ciudadanos y "salvar a la Región de Murcia". No. Lo que había aceptado Ciudadanos con el PSOE-RM era aceptar un gobierno alternativo sostenido por la oposición y presidido por Tovar con el compromiso de celebrarse elecciones en octubre de este 2017. Pero Tovar quería hasta 2019. Desde luego, la obsesión de este hombre por la silla ha sido alucinante y ha llegado incluso a proponer apartase para que otro candidato fuese presidente, con posterioridad a la dimisión.
El candidato propuesto por PAS da la impresión de ser el que necesitaban en el PP. Es abogado y tiene 33 años, pero con independencia de su juventud da la impresión de tener poca pillería en sus declaraciones. Ya ha dejado explícito que Pedro Antonio seguirá gobernando en la sombra, de manera que Fernando López Miras sería una marioneta. Al igual que Valcárcel mueve los hilos en el exterior. No podían permitir que le saliera otro Garre y de ahí que optasen por alguien más dócil, con un perfil más joven y no quemado políticamente. Ahora, la presidenta de la Asamblea Regional Rosa Peñalver tendrá que proponer a la misma un nuevo candidato de entre los postulados: López Miras y Tovar, que sigue ansiando ser presidente en lugar del presidente.
Por su parte, el grupo parlamentario Ciudadanos condiciona su apoyo al presidente popular a la firma de un nuevo pacto en el que además se supriman los aforamientos. Ello, evidentemente, vendría con carácter previo al debate de investidura. Precisamente esa línea roja se establece pensando en PAS, que no ha dejado su acta de diputado pese a su dimisión como Presidente de la CARM. No hay que olvidar las causas que tiene pendientes, a las que se ha sumado una quinta en el caso Auditorio de Puerto Lumbreras: concretamente fraude de subvenciones al destinar la cantidad concedida a una finalidad distinta. Son delitos de presunta corrupción que van por lo Penal, con lo que no se trata de ninguna broma. Y a esos cinco se les suman los dos por Púnica, que ha sido el caso de investigación de corrupción por el que se le ha exigido la dimisión.
Otros se quejan de que no se le ha exigido la devolución de su acta. Pues bien, deberían mirar mejor el pacto de investidura y no sólo la parte que les interesa. NO EXISTE ningún procedimiento judicial. En el momento en que así sea, será cuando se le exigirá su abandono como diputado. Por lo pronto, ya ha demostrado que no puede ser un presidente ejemplar y en consecuencia no merece ocupar ese lugar.
En definitiva, Ciudadanos Región de Murcia ha cumplido con su promesa. Que era exigir y conseguir la dimisión de Pedro Antonio Sánchez en el caso de que fuese investigado por corrupción. A pesar de que no se haya abierto aún ningún procedimiento judicial (fase oral), no puede dar lecciones un presidente investigado por hasta siete delitos mientras que otros como Cámara o Bascuñana han dimitido cuando se les exigió para el primer pacto. En caso de que no hubiese dimitido, los murcianos hubiésemos tenido la palabra en las elecciones y de la forma más democrática posible. Porque, nos guste o no, el PP ganó las elecciones en 2015. Y los tripartitos sólo sirven para los sillones y explotan las divergencias entre los integrantes.
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