Tras la firma de los seis puntos básicos, el PP y Ciudadanos acordaron una batería de 150 medidas en las que 100 de ellas procedían del anterior pacto con el PSOE, cerrándose en el último fin de semana de agosto. Lamentablemente, se ha dejado el apoyo restante en manos de los socialistas y los 170 votos afirmativos de PP, Ciudadanos y Coalición Canaria no han sido suficientes al haber 180 votos en contra de todos los grupos restantes. Por tanto, Mariano Rajoy no ha sido investido. Dejando un espacio para la autocrítica, es cierto que Rivera y su equipo pudo cometer un error a la hora de definir qué imputados deberían de dimitir por corrupción. Del mismo modo que la batería de medidas era algo menor, pues en este caso eran 150 frente a 200. Pero sobre todo el tema de la corrupción ha sido un punto en que no hemos estado acertados. Lo de haber eliminado "Bárcenas" del nombre de la comisión de investigación es una tontería, pues se trata de investigar en todo caso los escándalos de presunta financiación ilegal del PP y evidentemente ello incluye el caso Bárcenas.
Por parte del PP, hay que reseñar que su voluntad para ampliar el acuerdo ha sido NULA. No ha existido intención de negociar con alguna fuerza regional, que quizá hubiera desencallado el bloqueo en lugar de hablar con el PSOE. Ellos siempre estarán enfrente del PP, al igual que Podemos y sus marcas blancas. Pero tal vez se podría haber hecho algo con el PNV, que no mantiene una postura abiertamente soberanista. Pero no, al parecer el PP podría esperar a que tuvieran lugar las elecciones vascas del 25 de septiembre. Y tal y como dijo Rivera, el que haga estrategia para demorar la investidura del presidente no merece precisamente ser presidente. Pero lo peor fue la actitud chulesca del portavoz Hernando, despreciando incluso la ayuda de Ciudadanos y reprochando la crítica de no haber presentado una mejor alternativa de candidato. Esa es otra crítica contra C's, que primero optó por no investir a Rajoy. Pero el problema, al igual que con el tema de la corrupción, es el mayor poder negociador del PP derivado del menor miedo a unas terceras elecciones. La mejor baza del PP.
A Podemos y sus amigos les ha venido muy mal no estar en el foco de atención. Ahora lo que proponen es pactar con el PSOE y que Ciudadanos se abstenga, cuando eso nunca ocurrirá. Saben, con todo, que es más fácil eso que poner de acuerdo a toda la tropa de partidos pequeños. Algunos más hambrientos que otros, como sus amiguetes de Bildu y ERC. Especialmente impresentable me ha parecido la intervención de Gabriel Rufián (llamando Sr. Ibex a Rivera y Frente Nacional Naranja a Ciudadanos), aunque con todo simplemente habla con coherencia respecto a lo que piensa. Nos podrá parecer un disparate y un tipo que cae mal, pero no se desvía de su discurso como otros sí que hacen. Él piensa que el Estado español y la Constitución son fascistas, ese mismo marco que permite que eructe semejantes acusaciones en el Congreso de los Diputados de España. Si este señor nos llama fascistas, legitimará que nos refiramos a él como un Nazi por su actitud. Ahora bien, tiende la mano a PSOE y Podemos con el chantaje del referéndum separatista. Al igual que Tardá, que de la forma más hipócrita posible dice que no tiene nada contra España. Claro, si le paga su sueldo.
Voy a dejarlo claro: un referéndum en Cataluña no sirve PARA NADA. Por la sencilla razón de que, con independencia de que gane el sí o el no, nunca habría una diferencia porcentual demasiado grande. Si hay un 40% de personas que han votado la opción perdedora es un fracaso. Y como no se puede eternizar el problema, lo mejor que se puede hacer es revisar el modelo de Estado autonómico. No se trata de ir a un modelo federal, porque precisamente estamos más cerca de ello con una descentralización brutal. El problema es que se transfirieron competencias fundamentales (Educación, Sanidad, etc...) a Autonomías que jamás han tenido importantes demandas de autogobierno. El Estado siempre debe de regular el contenido mínimo de los derechos y obligaciones para todos los españoles. Pero hay CCAA que debieran de tener más autonomía que otras, precisamente por mayor demanda histórica. Y un modelo fiscal nuevo, que fue lo negado por Rajoy antes de que este "procés" estallase. Mientras que eso no se haga, no saldremos nunca del atolladero y el desafío soberanista. Es una lástima pero NINGÚN partido lo ha propuesto y eso me decepciona bastante.
Por el momento, el Rey Felipe VI ha manifestado entre líneas su descontento con esta situación y pide compromiso y diálogo para las fuerzas políticas, teniendo en cuenta que los españoles han votado pluralidad. Así pues, habrá que esperar qué pasa en estos dos meses, con la fecha clave de las próximas elecciones vascas y gallegas de las que hablaré muy pronto en este blog. Blog que espero poder actualizarlo con más frecuencia dentro de poco.
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