Si ya lo estaba desde hace mucho tiempo, en los últimos días el PP ha acaparado aún más la atención de los medios de comunicación por motivo de las últimas operaciones contra la corrupción. El pasado jueves 11, la guardia civil realizó un registro en la primera planta de la sede central del PP en la calle Génova. En dicha planta se localiza la sede autonómica del PP en Madrid. El motivo fue la búsqueda de pruebas de financiación ilegal del partido. Pero eso no fue nada comparado con la imputación de hasta 50 miembros del PP de Valencia, siendo Rita Barberá uno de los pocos pesados a los que no se les puso la etiqueta eufemística de "investigado". Y con carácter más localista, hemos tenido la noticia de la imputación de toda la Junta de Gobierno del municipio de Los Alcázares. Un escándalo tras otro que han motivado (principalmente el primero) en el día de ayer la dimisión de Esperanza Aguirre como presidenta del partido en Madrid. No así como concejal, dado que los motivos que aludió fue el hecho de que hubiese nombrado a cargos públicos acusados de corrupción.
A todo esto... ¿qué opina Rajoy? Se despacha con un simple "no hay impunidad". Pero sin duda está más preocupado con la investidura y la formación del próximo gobierno del que, por supuesto, se ignora incluso si se llegará a formar sin repetir elecciones. Y, en principio, todas estas noticias lo único que podrían favorecer es una pérdida de votos importante. Porque la impresión general y que está siendo aprovechada por todos los partidos de la oposición es que el PP es lo que es: un partido en el que la financiación ilegal, la malversación de fondos y la corrupción son los pilares en que se sustenta.
Es preciso mencionar que quien abrió una comisión de investigación sobre la corrupción en Madrid fue Ciudadanos con el apoyo de PSOE y Podemos. Lo digo porque Íñigo Errejón se quiso anotar el tanto para su partido de una forma embustera, puesto que ellos NO impulsaron ninguna comisión contra la corrupción sino que la apoyaron. E Iglesias está centrando sus ataques postelectorales a Ciudadanos en que se apoyan gobiernos acusados de corrupción, cuando en realidad se obligó a que dimitieran los imputados en Madrid, Andalucía y Murcia. Es decir, de ninguna manera se trata de pactar CON la corrupción, sino precisamente de combatirla. Poner en vereda a partidos que, nos guste o no, han sido los más votados. Pero que sin mayoría tienen que plegarse a cumplir un programa de mínimos. Las auténticas líneas rojas de Ciudadanos, mientras que para el caso de Podemos son sillones: asientos de primera fila en el Congreso y cinco Ministerios a la carta.
De la misma forma que considero que Errejón actúa como un aprovechado al atribuirse para Podemos el mérito de la dimisión de Aguirre, tampoco creo que Ciudadanos debe sacar pecho con ello. Al menos específicamente en el adiós de Aguirre, que lo hace por responsabilidad política y tras una investigación hecha por la Guardia Civil. De lo sí que se puede estar orgulloso con C's es que sus pactos sean para regenerar la política, puesto que si no se dialoga con esos partidos que acaparan una mayor voluntad popular estamos menospreciando a la democracia y ni siquiera ayudaremos a renovar la política en general. Y es que mientras que Ciudadanos sólo se posiciona en contra de Podemos dentro del Gobierno, la formación morada veta absolutamente al partido liderado por Albert Rivera en cualquier tipo de pacto. Fundamentalmente por la posición contraria al referéndum prometido para los votantes de sus marcas nacionalistas.
Por lo que afecta estrictamente al caso de Madrid, habrá que esperar para conocer si la dimisión de este cargo (que no retirada de la política) de Esperanza Aguirre motiva a que se produzcan más renuncias en el camino. Tal vez la que más estuviese esperando esta señora (políticamente incorrecta donde las haya y sin pelos en la lengua) sea la del propio Mariano Rajoy. El primero que debería haber renunciado para regenerar a un PP que hoy día no puede dar lecciones como en la época de González absolutamente a nadie. En todo caso de cómo ser investigado sin entrar a la cárcel. Esas garantías procesales y sobre todo esos aforamientos que curiosamente se unieron para protegerlos todos los partidos del Parlament catalán menos Ciudadanos, quien lo propuso. Absolutamente vergonzoso el resultado y retratados PP, PSC, CUP, CTSQEP (marca blanca de Podemos) y la coalición de "Juntos por el 3%".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por comentar desde el respeto