miércoles, 24 de febrero de 2016

Acuerdo entre Sánchez y Rivera y mosqueo de Iglesias

En el día de ayer, se dio a conocer el resultado positivo de las negociaciones entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, candidatos respectivos de PSOE y Ciudadanos en las pasadas Elecciones Generales del 20 de diciembre de 2015. Sobre la mesa, siete ejes establecidos como mínimo para poder obtener un acuerdo. Existen otros más que han sido rechazados por el PSOE, pero con todo la estrategia de Albert de adelantarse a su "rival" Pablo Iglesias considero que ha sido muy acertada. Ya había marcado este último un punto de atención a su favor con el órdago de exigir formar parte del nuevo gobierno y participado de forma proporcional por varias fuerzas. Pero en el seno de los socialistas no se ven con buenos ojos estas actitudes de Iglesias, como tampoco 6 puntos del documento de Podemos, cuyo análisis puede consultarse aquí. Pero, antes de hablar de esos puntos, ¿cuáles son aquéllos en los que Cs y PSOE han establecido un acuerdo favorable a la investidura de Sánchez?

1. Reforma de la Constitución: supresión de la figura de aforamientos, facilitar las iniciativas legislativas populares reduciéndolas de 500.000 a 250.000, despolitización de la Justicia (reduciendo además la composición del CGPJ), supresión de las Diputaciones, limitación a 8 años para los mandatos de los Presidentes del Gobierno, revisar el sistema electoral, suprimir la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona y modificar el artículo 135 para garantizar la protección de derechos sociales como la Educación y la protección de la Salud. La más discutible para el resto de partidos puede ser la de las Diputaciones. Pero se justifica por una sencilla razón de racionalización administrativa. No podemos establecer más recortes contra las personas, pero sí en las instituciones. Y se propone la creación de Consejos provinciales de Alcaldes para que aquellos municipios de menos de 20.000 habitantes estén atendidos en sus servicios. Además, esta medida ya la llevaba Rubalcaba en programa en 2011.

2. Reforma fiscal: No subir el IRPF, bajar el IVA cultural del 21% a un tipo por determinar, reformar el impuesto de Sucesiones con una horquilla de máximos y mínimos, ampliar la base  y suprimir ciertas deducciones y bonificaciones del Impuesto de Sociedades para incrementar la recaudación hasta 25.000 millones de euros anuales, exigir que los defraudadores que se acogieron a la amnistía fiscal de Mariano Rajoy paguen en 2016 el 7% de los bienes declarados (recaudando 2.800 millones de euros), solicitar una flexibilización del déficit público en pro de la estabilidad presupuestaria,  introducir un complemento salarial para las rentas más bajas y lucha contra el fraude

3. Reforma laboral: reducir a tres los tipos de contrato, creando un nuevo temporal "progresivo" con indemnización creciente que iría de 12 a 20 días por año trabajado en caso de despido procedente y de 20 a 33 en caso de improcedente, impulsar nuevas bonificaciones para la conversión de contratos temporales en indefinidos, crear un fondo para financiar hasta ocho días por año de antigüedad en las indemnizaciones (siguiendo el modelo austriaco), clarificar las causas de despido en los contratos indefinidos, negociar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, poner en marcha un Plan de Inspección de Trabajo contra la explotación y precariedad laboral, revisar el Régimen Especial de Autónomos con exención de cuota para los empresarios que cobren por debajo del salario mínimo, cuota variable según beneficios, flexibilización de trámites para los autónomos y duplicar la dotación presupuestaria en políticas activas de empleo.

4. Lucha contra el paro: Plan de recolocación externa de trabajadores despedidos (prioridad para los mayores de 45 años afectados por el ERE), Plan de Choque contra el paro de larga duración con subvenciones para las empresas, Plan de reintegración laboral, Programa de recualificación profesional y Plan de Adquisición de Competencias Básicas para el Empleo para aquéllos con menor formación educativa.

5 Reto independentista y política territorial: Defensa de la unidad de España e igualdad de los españoles, rechazo al referéndum soberanista y reducir la composición del Senado en 80 senadores. Lo más importante es la revisión del Título VIII de la Constitución para desarrollar el concepto de Estado Federal.

6. Corrupción: no incorporar en listas a personas investigadas (imputadas) y cesar a los que pasen a esa situación judicial y la Fiscalía lo mantenga. También suspender a concejales y parlamentarios a los que se abra juicio oral.

7. Medioambientales y otros: aprobar una Ley de cambio climático, impuesto sobre las emisiones de dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno, cierre progresivo de las centrales nucleares al cumplir 40 años de vida útil, paralizar la LOMCE y revitalizar la Ley de la Memoria Histórica con nuevas dotaciones presupuestarias.

Casi todos estos puntos podrían ser coincidentes con el PP cuando no simplemente admisibles. Pero el único problema que podría plantear es el punto 4 debido precisamente al poder que este partido tiene a nivel territorial provincial. 


Pero Pablo Iglesias y Errejón se han mosqueado y, en palabras de Pedro J. Ramírez, les ha dado un ataque de cuernos. Lo más gracioso de todo es que muy posiblemente estén de acuerdo en los cinco puntos anteriores. Pero claro, eso les cerraría las puertas a chupar del bote con la mitad de los ministerios y aplicar un programa tan populista como irreal. Al estilo Syriza. Vayamos a continuación con los puntos del documento de Podemos no aceptados por el PSOE, si bien acepta otros.

1. Política económica y Unión Europea. Retrasar hasta el final de la legislatura la reducción del déficit por debajo del 3% que exige el PEC, eliminar la modificación del artículo 135 de la Constitución Española sin aportar nada, derogar la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria (en vez de modificarla) y negociar reestructuración de la deuda. Desde luego, Iglesias se cree que la Comisión Europea le va a hacer caso a él porque sí.

2. Política económica nacional. Incrementar gasto público en 24.000 millones anuales acumulativos (lo que supone un aumento de 96.000 millones respecto al Programa de Estabilidad) y una subida brutal de impuestos en 40.000 millones de euros que ahogaría a las clases medias. El PSOE lo considera como "irreal e inviable". Y si no, consultar este artículo de Rallo.

3. Democracia ciudadana y social. Imposible no soltar una carcajada irónica con lo que han metido aquí. Politización máxima en la elección de cargos públicos de instituciones constitucionales  y del Director de RTVE, con la exigencia de que sean elegidos de entre los comprometidos con "el cambio". ¿Y nos quejamos de la falta de imparcialidad en TVE?. Lo mejor de todo y la frase estrella del documento completo de respuesta es la siguiente: "Esta propuesta denota una obsesión por el control político de instituciones incompatible con las exigencias de regeneración democrática que reclaman los ciudadanos". Por último, se añade la subordinación de los jueces y fiscales a la Secretaría de Estado de lucha contra la corrupción, lo que no es sino la primera nota de menoscabo de la independencia judicial.

4. Justicia y derechos humanos. Auditoría pública del sistema judicial y recentralizar la oficina judicial, que equivalen una vez más a saltarse el principio de separación y poderes y restar competencias a las CCAA. Con esto último yo sí puedo estar de acuerdo, pero es una incongruencia cuando defiendes precisamente lo contrario: descentralización máxima (como partido de izquierda radical que se es) y Ministerio de la Plurinacionalidad.

5. Plurinacionalidad y modelo territorial. El referéndum en Cataluña es inadmisible, pero además es que no sirve absolutamente para nada. Si se convoca y se vota y resulta que hay porcentajes de 55% y 45% y gana quedarse en España, ¿se acabó el problema?. Pues NO. Lo que hay que hacer es estudiar un nuevo encaje para Cataluña y las Comunidades históricas, pero tampoco tender la mano al separatismo que es quien realmente ha avivado las ansias soberanistas. No sin quitarle parte de la culpa al PP de Rajoy.

6. Política exterior y defensa. Proponen someter a referéndum la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones internacionales. Este politólogo también ignora que el Congreso de los Diputados tiene que votarlo por mayoría absoluta, al margen de nuestras obligaciones en el seno de la OTAN y la UE.

lunes, 15 de febrero de 2016

Más corrupción en el PP, para no variar

Si ya lo estaba desde hace mucho tiempo, en los últimos días el PP ha acaparado aún más la atención de los medios de comunicación por motivo de las últimas operaciones contra la corrupción. El pasado jueves 11, la guardia civil realizó un registro en la primera planta de la sede central del PP en la calle Génova. En dicha planta se localiza la sede autonómica del PP en Madrid. El motivo fue la búsqueda de pruebas de financiación ilegal del partido. Pero eso no fue nada comparado con la imputación de hasta 50 miembros del PP de Valencia, siendo Rita Barberá uno de los pocos pesados a los que no se les puso la etiqueta eufemística de "investigado". Y con carácter más localista, hemos tenido la noticia de la imputación de toda la Junta de Gobierno del municipio de Los Alcázares. Un escándalo tras otro que han motivado (principalmente el primero) en el día de ayer la dimisión de Esperanza Aguirre como presidenta del partido en Madrid. No así como concejal, dado que los motivos que aludió fue el hecho de que hubiese nombrado a cargos públicos acusados de corrupción.

A todo esto... ¿qué opina Rajoy? Se despacha con un simple "no hay impunidad". Pero sin duda está más preocupado con la investidura y la formación del próximo gobierno del que, por supuesto, se ignora incluso si se llegará a formar sin repetir elecciones. Y, en principio, todas estas noticias lo único que podrían favorecer es una pérdida de votos importante. Porque la impresión general y que está siendo aprovechada por todos los partidos de la oposición es que el PP es lo que es: un partido en el que la financiación ilegal, la malversación de fondos y la corrupción son los pilares en que se sustenta.

Es preciso mencionar que quien abrió una comisión de investigación sobre la corrupción en Madrid fue Ciudadanos con el apoyo de PSOE y Podemos. Lo digo porque Íñigo Errejón se quiso anotar el tanto para su partido de una forma embustera, puesto que ellos NO impulsaron ninguna comisión contra la corrupción sino que la apoyaron. E Iglesias está centrando sus ataques postelectorales a Ciudadanos en que se apoyan gobiernos acusados de corrupción, cuando en realidad se obligó a que dimitieran los imputados en Madrid, Andalucía y Murcia. Es decir, de ninguna manera se trata de pactar CON la corrupción, sino precisamente de combatirla. Poner en vereda a partidos que, nos guste o no, han sido los más votados. Pero que sin mayoría tienen que plegarse a cumplir un programa de mínimos. Las auténticas líneas rojas de Ciudadanos, mientras que para el caso de Podemos son sillones: asientos de primera fila en el Congreso y cinco Ministerios a la carta.

De la misma forma que considero que Errejón actúa como un aprovechado al atribuirse para Podemos el mérito de la dimisión de Aguirre, tampoco creo que Ciudadanos debe sacar pecho con ello. Al menos específicamente en el adiós de Aguirre, que lo hace por responsabilidad política y tras una investigación hecha por la Guardia Civil. De lo sí que se puede estar orgulloso con C's es que sus pactos sean para regenerar la política, puesto que si no se dialoga con esos partidos que acaparan una mayor voluntad popular estamos menospreciando a la democracia y ni siquiera ayudaremos a renovar la política en general. Y es que mientras que Ciudadanos sólo se posiciona en contra de Podemos dentro del Gobierno, la formación morada veta absolutamente al partido liderado por Albert Rivera en cualquier tipo de pacto. Fundamentalmente por la posición contraria al referéndum prometido para los votantes de sus marcas nacionalistas.

Por lo que afecta estrictamente al caso de Madrid, habrá que esperar para conocer si la dimisión de este cargo (que no retirada de la política) de Esperanza Aguirre motiva a que se produzcan más renuncias en el camino. Tal vez la que más estuviese esperando esta señora (políticamente incorrecta donde las haya y sin pelos en la lengua) sea la del propio Mariano Rajoy. El primero que debería haber renunciado para regenerar a un PP que hoy día no puede dar lecciones como en la época de González absolutamente a nadie. En todo caso de cómo ser investigado sin entrar a la cárcel. Esas garantías procesales y sobre todo esos aforamientos que curiosamente se unieron para protegerlos todos los partidos del Parlament catalán menos Ciudadanos, quien lo propuso. Absolutamente vergonzoso el resultado y retratados PP, PSC, CUP, CTSQEP (marca blanca de Podemos) y la coalición de "Juntos por el 3%".

miércoles, 10 de febrero de 2016

Comentarios sobre el barómetro del CIS de enero 2016

Mientras siguen abiertas las negociaciones entre Pedro Sánchez y el resto de las fuerzas políticas con representación en el Parlamento, la pasada semana se publicó el barómetro del CIS correspondiente a enero, cuyas encuestas recopilan datos obtenidos entre los días 2-11 de enero. Es decir, aún con el recuerdo de las elecciones muy reciente, pero tratándose precisamente de la encuesta postelectoral. Desgraciadamente no tengo aún mucho tiempo para analizarlos en profundidad con el SPSS, pero sí que comentaré de forma objetiva algunas cosas que me llaman la atención.

Aproximadamente, un 62% de los encuestados califican la situación económica actual como mala o muy mala, que contrasta con las cifras superiores al 80% en los últimos años de gobierno del PP y especialmente con 2013. Pero lo que más destaca es el optimismo, pues es mayor el porcentaje de los que piensan que dentro de un año la economía irá mejor: un 26% frente a un 12% y superando también esas percepciones positivas a las negativas en los encuestados que votaron a cada uno de los partidos estatales o regionales. En cambio, la situación política se percibe como negativa para el 70% a pesar de que ese valor medio se ha reducido bastante. Pero especialmente aumenta en el caso de los votantes de IU y sobre todo de ECP y ERC, los dos ganadores en Cataluña que evidentemente responden pensando en el problema territorial. Todos son más optimistas respecto a la evolución futura de la situación política, pero muy especialmente los votantes de Podemos con un 38% seguidos de los de Compromís-Podemos con un 30%. Por lo tanto, es obvia la existencia de más ilusión en estos votantes, con independencia de las bondades de los partidos.

En cuanto a los problemas públicos, el paro se nombra por el 79% mientras que el segundo puesto es para la corrupción y el fraude con un 39,2%. Mientras que un 26% menciona a la política y los partidos como problema. La aparición de nuevas alternativas como Ciudadanos y Podemos no ha terminado de desviar las críticas contra el sistema de partidos o la política en general.

Respecto a si la gente está o no arrepentida de su voto, un 11% de los que afirmaron votar a Ciudadanos manifiestan poca probabilidad de volverlos a votar. Esa misma cifra es de un 5% en Podemos, pero más escorado a posiciones más intermedias. Ídem ocurre con el PSOE (6,5%) y con una cifra ridícula en el PP (1,5%). Esta fidelidad del voto se comprueba mejor en la pregunta directa de qué votaría si hubiesen nuevas elecciones. Un 85,3% de los votantes del PP volvería a hacerlo y un 8,7% no sabe qué haría. Ese porcentaje es muy similar en el caso de los de Podemos, si bien sólo un 4,3% no sabe si lo repetiría. Esas cifras de fidelidad contrastan por una parte con el 78% del PSOE y qué decir del 70% de Ciudadanos, con un 15% de sus votantes que no saben a qué votarían. Es más, resulta ser mayor el porcentaje de votos que del C's se va al PP que viceversa. Por último, también es muy destacable el hecho de que el 16% de los votantes de UP tengan dudas. Muy posiblemente esas personas estarían valorando el votar a Podemos en lugar de repetir voto con IU. Es más sólo un 66% afirma que volvería a hacerlo, siendo el partido con peor fidelidad de voto. Por lo tanto, parece que la tendencia es que se trasvasen votos de IU a Podemos y en menor medida de C's a PP. De momento, claro.

Sin embargo, en la simpatización cambian un poco las cifras. Un 80% de los que votaron al PP se declaran simpatizantes. Pero es mayor ese porcentaje en los del PSOE, con un 84%. En segundo lugar está Ciudadanos con un 74% y por último Podemos con 70%. Casi un 15% de los encuestados votantes declararon no simpatizar con ninguno, lo que puede interpretarse que cierta parte de los que se decantaron por Podemos procedían de los que nunca se han identificado con un partido. De forma que, en esta ocasión, sí podrían llegar a hacerlo en el futuro.


La valoración de líderes tiene su truco. Por un lado, es evidente que hay algunos más expuestos a los medios de comunicación que otros. Por otra parte, hay que tener en cuenta que se obtienen muestras representativas de todos los partidos. La coalición Podemos se divide en varios grupos y si a esto añadimos los partidos nacionalistas, es de esperar que todos estos pongan a parir a Albert Rivera en las valoraciones. De esta manera, resulta que de antes de las elecciones a posteriormente las mismas ha perdido nada menos que un punto, quedándose en 3,92. Ha sido muy, muy castigado como es de esperar por ERC y DiL, la nueva Convergencia. Sorprende también la relativa baja valoración por parte de los votantes del PP y sobre todo la de los propios electores de C's, con sólo un 6,6. Justo la misma que recibe Pedro Sánchez de los votantes socialistas, mientras que los mejor valorados internamente son Alberto Garzón y Pablo Iglesias en los que no existe ningún tipo de duda de su liderazgo. Ahora bien, es el malagueño el político nacional más valorado con un 4,68. Pero claro, ni aparece tanto en los medios como Iglesias o Rivera ni es tan odiado por ERC, Dil (aunque lo castiga), los cuatro grupos de Podemos y hasta por el PSOE, que lo aprueba.

Pasa un poco lo mismo con la ubicación ideológica de los partidos, pues al PP lo colocan nada más y nada menos que en el 8,28 (avanzando hacia la extrema derecha) y a Ciudadanos en el 6,65 que se aleja incluso del centro derecha. Para esta muestra que en términos medios se autoubicaría en el 4,63, el partido que más se ubicaría en el centro (cercano al 5,5) sería el PSOE con 4,49 mientras que más a la izquierda Podemos con un 2,26 e IU con 2,28. Sin embargo, en mi consideración el sesgo hacia la izquierda es tremendo, autoubicándose los votantes en posiciones más centristas que en comparación con los partidos.

En cuanto a los porcentajes de estimación de voto, sitúan casi todo igual sólo que el PP recupera medio punto a costa de Ciudadanos, mientras que Podemos le robaría a PSOE e IU situándose la coalición morada por encima de los socialistas. Pero ojo, no hay que sobreestimar estos resultados puesto que aparte de haberse celebrado elecciones muy recientemente, la división de la coalición en varios grupos matiza bastante la composición de estas encuestas. No creo para nada en que Podemos esté por encima del PSOE, sino más bien que la ilusión de los votantes de Podemos es mucho mayor que la de los socialistas ahora mismo. Quizás todo cambiaría con un nuevo candidato en el PSOE, al tiempo que en otra encuesta realizada con posterioridad a que a Iglesias se le haya visto el plumero con su exigencia de varios ministerios y su veto a Ciudadanos. Más relacionado este último con el miedo de que su promesa de referéndum catalán llegue a ser descartada.

A nivel de edad, los situados entre 18-24, votan nada menos que en un 25% a alguna de las marcas de Podemos, siendo el PSOE la segunda opción con 14,4%. Después van el PP con 11,4% y Ciudadanos con 10,1%. En los de 25-34, los porcentajes son muy similares sólo que bajando en el caso del PSOE y subiendo el del PP. Entre 35-44 vuelve a sacar la coalición Podemos un 25% con subida del PP y Ciudadanos y mantenimiento del PSOE. Entre 45-54 baja Podemos con 19%, sube el PSOE y el PP se sitúa segundo con 15% bajando Ciudadanos. De 55-64, quedan Podemos, PP y PSOE casi empatados por este orden a 16% con una fuerte bajada de Ciudadanos. Finalmente, entre los mayores de 65 años domina el PP con un 30%, seguido de PSOE con 19%, Podemos con 7% y Ciudadanos con 4,3%, de forma que vuelve a tener una importante bajada. En resumen, Podemos y sus marcas parecen dominar en las capas más jóvenes, compitiendo al mismo nivel que PP y PSOE en las edades medias. Todo parece controlado por el PP en las edades más avanzadas, mientras que Ciudadanos no termina con hacerse con ningún nicho: ni jóvenes, ni mayores ni de mediana edad. Sólo resulta competitivo en la franja entre 35-44, en la que realmente se observa la mayor distribución del voto.

Finalmente, en cuanto a la legitimidad del Estado Autonómico, de 2015 hasta ahora se ha recuperado algo. En todo caso, sigue siendo la opción más mayoritaria para cada partido salvo para los nacionalistas. También se asiste en general a un descenso del centralismo pero, significativamente, también a un aumento en un punto de la posibilidad de reconocer la independencia de las regiones. Un 10,6%, siendo de un 12,6% en el caso de los votantes de Podemos como marca madre, la misma en el caso de En Marea, un 15% en Compromís y 36,7% en ECP. Destaca el cero en Ciudadanos y el curioso 0,6% en el PP. La mayor aprobación del Estado autonómico corresponde a los votantes del PSOE (53%) seguidos de los del PP, que a su vez obtienen el porcentaje más alto de centralismo (25%). Los de C's, por su parte, obtienen la cifra más alta de preferencia por reducir competencias (recentralización, con 23%). En el incremento de competencias autonómicas gana Podemos aunque la mayor cifra es para ECP con 45%. En definitiva, ese aumento de la opción independentista es fundamentalmente protagonizado por Podemos y sus marcas asociadas.