Cronología del desastre y reacciones.
El pasado miércoles 8 de octubre, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) comunicó un aviso de alerta naranja por lluvias para las provincias de Murcia y Alicante. Al día siguiente, modificó el mismo elevando la alerta a roja para todo el entorno del campo de Cartagena y muy especialmente el Mar Menor. El día clave era el viernes 10, para lo cual los distintos Ayuntamientos de la zona se prepararon cancelando actividades y recomendando prudencia a los vecinos y máxime teniendo en cuenta los antecedentes de pasadas DANAS. Todos ellos, pero muy especialmente los de Los Alcázares y San Javier comunicaron continuamente y a través de la aplicación de mensajería Telegram, que permite recibir información tanto de interés como de emergencia y ha sido sin duda el canal más viral para la actualización de la situación. San Pedro del Pinatar y Torre Pacheco, en cambio, optaron por Meta (WhatsApp, Facebook e Instagram) y Twitter que son aplicaciones muy utilizadas pero que no remiten notificaciones en tiempo real a no ser que se activen expresamente. La alerta roja para la comarca se mantuvo hasta las siete de la tarde de ese viernes de manera que se redujo a naranja. Sin embargo, lo peor vendría precisamente después y es que durante esa noche la intensidad de las lluvias fue muchísimo mayor en el entorno del Mar Menor y no tanto de Cartagena.
Tanto fue así que, a las 23:06 horas de la noche del viernes, el Ayuntamiento de San Javier avisó que el canal del trasvase Tajo-Segura a su paso por El Mirador se encontraba en su cota máxima y se estaba desbordando en la zona. Los primeros reportes que avisaron al 112 de lo sucedido fueron a partir de las 22:30 y se tuvo que ayudar a vecinos de varias zonas inundadas para ser alojados en el polideportivo municipal. Casi una hora más tarde del comunicado del Ayuntamiento, a las doce de la noche es cuando la CARM remitió una alerta a los teléfonos móviles informando de dicha situación. Durante esa noche, el Alcalde de San Javier José Miguel Luengo informó mediante comunicados remitidos tanto a las redes sociales como a la mencionada aplicación de Telegram reiterando los consejos de permanecer en sus viviendas y no desplazarse e informando de los avances de la situación. Pero los problemas todavía no habían acabado aquí.
A las 23:40 del siguiente día sábado 11 y cuando todo parecía más o menos tranquilo al escampar la lluvia, la Mancomunidad de los Canales del Tabilla (MCT) emite un comunicado por el que declara el agua como NO APTA para higiene y consumo humano en los municipios de San Javier, San Pedro del Pinatar, Los Alcázares, las pedanías de Torre Pacheco como Balsicas, Roldán, Jimenado, Dolores o San Cayetano y las pedanías de Murcia pertenecientes a la zona de campo de Cartagena (Baños y Mendigo, Lobosillo y Avileses). Esta determinación la tomaron con arreglo a lo dispuesto en el Real Decreto 3/2023, de diez de enero, por el que se establecen los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua y que transpone varias directivas comunitarias. Esto implicaba que bajo ningún concepto se debía de usar agua del grifo no ya para beber o preparar alimentos, sino tampoco para higiene personal (lavarse las manos, duchas o lavadoras) ni lavavajillas y sólo con la excepción de regar jardines y limpieza de superficies. El primer Ayuntamiento de la zona que informó de esta noticia inesperada fue el de Los Alcázares a las 23:55 a través de Telegram, el segundo fue el de San Javier a las 06:07 en la misma aplicación y por último el de San Pedro del Pinatar a las 07:03 en Meta. Por lo tanto, durante todo el sábado y buena parte del domingo los vecinos continuaron consumiendo el agua.
Dada la situación inesperada y la necesidad de reaccionar, los distintos Ayuntamientos hicieron acopio de camiones cisterna con agua potable para ser distribuida gratuitamente entre los vecinos con objeto de evitar cualquier riesgo de desabastecimiento. Realmente no ha existido ningún peligro, dado que los supermercados solicitaron importantes cantidades de garrafas de agua y en los distintos que he visitado he comprobado una buena dotación. En cada municipio se han designado varias zonas de reparto, aunque con los días han ido cambiando. En el caso de San Pedro prepararon cubas móviles que se desplazaban de zona durante el día y desde protección civil han atendido llamadas de personas vulnerables para ir a su vivienda a llevar el agua. Como era de esperar, se ha tenido que apelar a la conciencia de la gente para que no abusase de este servicio, ya que debía de haber agua para todos. Por otra parte, los servicios contratados por los municipios también se dedicaron a realizar limpieza de calles avisando los perfiles oficiales de RRSS de que no dejasen los vehículos en las zonas indicadas, a efectos de no entorpecer el trabajo. Por último, algunas ayudas extraordinarias para la higiene personal han sido duchas establecidas por el Ayuntamiento de Los Alcázares y con agua potable en varios centros públicos y la inestimable colaboración del Ayuntamiento de Pilar de la Horadada para que pinatarenses se duchasen en el polideportivo.
Por su parte, la MCT no comenzó a limpiar el canal hasta el lunes 13 de octubre (que afortunadamente no recuperó el festivo de la Hispanidad del día anterior) a través de empresas externas, si bien durante el domingo realizó los primeros trabajos técnicos para evaluar la situación. Sin embargo, un nuevo e inesperado susto llegó al día siguiente martes 14 cuando sin comunicación previa cortó el agua para todos los municipios y zonas implicadas. El primero en informar fue el Alcalde de Los Alcázares a la 09:25 de la mañana señalando que se le había avisado de ello diez minutos antes del corte y denunciando que había causado perjuicios tanto a vecinos como (seguramente de forma especial) a negocios. El Ayuntamiento de San Pedro informó en Meta a las 10:20 y el de San Javier lo hizo a las 10:45. A las 14:12 el Alcalde de San Javier publicó un vídeo en el que denunciaba que de casualidad se había enterado en una reunión en Cartagena y con la MCT de lo sucedido. También lo hizo el de San Pedro a mediodía pero sólo en Facebook denunciando igualmente a la MCT por no informar ni con la suficiente previsión ni claridad a los vecinos. Ambos alcaldes coincidieron en exigir la intervención del Ministerio de Transición Ecológica (Medio Ambiente). Los tres mandatarios tienen razón, pues el defecto de comunicación y transparencia fue importante y teniendo en cuenta el tiempo que ya había transcurrido y realizado el aviso más importante - que era el de no consumir el agua-, no existía ninguna justificación para acelerar una ejecución que afectase a cien mil vecinos. Finalmente, también se quejó Pedro Ángel Roca (el de Torre Pacheco) pese a que no publicó comunicado personal en Facebook. Todos coincidieron en denunciar la responsabilidad de la MCT y en exigir una compensación por los gastos ocasionados. En otro orden de cosas, también se hizo público que en los análisis químicos se descartaba que el agua hubiese sido contaminada por restos fecales, pues no se localizó ninguna bacteria asociada a los mismos.
La MCT publicó un nuevo comunicado ese martes señalando que el agua volvería a partir de la noche. Sin embargo, pudo comprobarse en muchas zonas que no fue así y tan sólo en San Pedro. De hecho, en San Javier estuvo cortado durante todo el miércoles 15 y no volvió hasta el jueves 16 desde las 8 de la mañana. Una vez más, el organismo de la Administración General del Estado erraba en su comunicación en esta ocasión por imprecisa y es que si es necesario informar en tiempo oportuno, no lo es menos que lo que se transmita no peque de inexactitud. Al mismo tiempo publicaba un enlace web para ir actualizando el estado del agua en las pedanías de Torre Pacheco. Esa misma tarde volvió a lanzar otro comunicado informando que se estaba finalizando la limpieza del canal del Mirador y que se estaba distribuyendo agua limpia a los municipios. Sin embargo, dicha afirmación contundente se topaba con la inmediata advertencia de que aún no era potable el agua suministrada. Lo que sí que pudo percibirse durante la noche del jueves es que el agua que empezó a llegar sucia (por primera vez desde las inundaciones) pasaba a ser algo más limpia. Por otra parte, ese mismo jueves el Gobierno de la CARM decidió autorizar a la Desaladora de Escombreras para que facilitase agua a la pedanía de El Jimenado, permitiendo su uso por la MACT y disfrutando así los vecinos de esa zona de agua potable mientras se limpiaba el canal.
El viernes 17 se reiteró que estaba llegando agua limpia pero aún no potable a San Javier, San Pedro y Los Alcázares y el sábado 18 que a las pedanías de Torre Pacheco. Igualmente, se avisó tanto el sábado como ayer domingo con que se cortaría el agua (sin hora cierta) en los términos de El Mirador y La Grajuela por tareas de limpieza y desinfección. Por la noche del sábado fue cuando el ayuntamiento de San Pedro anunció vía Facebook a las 23:00 horas que se le había comunicado que el agua ya era apta para higiene personal. Después, el Alcalde de San Javier en su perfil personal para las zonas del pueblo, La Ribera y Roda, si bien llamó la atención que lo hiciese un cuarto de hora antes que los canales oficiales del municipio tratándose de una cuestión de interés general. Por último, se avisó en el Telegram de Los Alcázares con video de su Alcalde poco antes de las 23:20. Siguen pendientes todavía El Mirador y La Grajuela de San Javier y varias pedanías de Torre Pacheco en el momento de publicación de este post, del mismo modo que aún no se han levantado las restricciones para el consumo y preparación de alimentos en ninguno de los municipios y pedanías.
Gestión y responsabilidades.
Por parte de la CARM y la Dirección General de Emergencias, sorprende que no comunicase la ES-Alert a los móviles antes del viernes como sí que lo hizo la Generalitat Valenciana a pesar de que la zona era el sur de Alicante, dado que pudo llegar a los que residimos en los pueblos murcianos próximos a dicha provincia valenciana. Dicha alerta se recibió el día jueves 9 de octubre en las primeras horas de la tarde. En contraste, la CARM tan sólo la emitió a las doce de la noche del viernes con motivo del desborde del canal del trasvase y con una hora de retraso de que el Alcalde de San Javier lo comunicase mediante vídeo. Parece que Mazón ha aprendido del lamentable pasado reciente, mientras que en Murcia por desgracia vamos a remolque y no nos lo terminamos de tomar en serio.
En lo que afecta a la AEMT, no hay nada que reprochar en que avisase con varios días de antelación de la llegada de una DANA para que los Ayuntamientos, ciudadanos y empresarios se preparasen y tomasen medidas. Sin embargo, no se entiende cómo la declaración de alerta roja para la comarca del Mar Menor y Cartagena se encontrase en vigor cuando la lluvia no había provocado aún inundaciones importantes (más allá de algunas avenidas y calles) y fuese disminuida a naranja horas antes de que estallase lo peor por la noche. Con todo, bien es cierto que el mayor riesgo no se produjo tanto por la mayor intensidad de las lluvias como por el desborde del trasvase, pero en San Pedro del Pinatar también aseguran algunas personas que sufrieron inundaciones en sus inmediaciones durante la noche y madrugada. Igualmente, tampoco es menos cierto que un aviso naranja sigue indicando riesgo y peligro, pero no tiene el mismo impacto que un aviso rojo que no sólo sugiere que no te desplaces en la medida de lo posible, sino que estés alerta por posible inundación en tu propia vivienda.
Considero que la gestión de los Ayuntamientos del Mar Menor ha sido buena y han destinado todos los recursos posibles. Especialmente debo felicitar a Mario Cervera (Los Alcázares) por su impecable dedicación y preocupación por el tema comunicando y actualizando la situación a través de una aplicación como Telegram que permite asegurar una mayor inmediatez de recepción de la información. Esa misma app fue recurrida por José Miguel Luengo (San Javier). Personalmente recomendaría a los otros alcaldes aprovechar esa aplicación. Paradójicamente, el consistorio pachequero sí tiene una cuenta de Telegram para exclusivamente su departamento de Cultura, pero no a nivel general. Sin embargo, por lo que afecta al consistorio de San Javier no ofreció soluciones relativas a las duchas personales. En cuando a San Pedro del Pinatar, se agradece a Pedro Javier Sánchez la iniciativa de las cubas móviles y el servicio de reparto a personas vulnerables. Sin embargo, tengo dudas de si con El Mirador y La Grajuela que más han sufrido el impacto de estas restricciones y que aún no han remitido se podría haber hecho algo más que colocar un camión cisterna sin más.
En cuanto a la MCT, las quejas que en buena lógica se han dirigido hacia el órgano dirigido por el ingeniero Juan Cascales no son relativas a cuestiones técnicas o analíticas ni a la determinación del agua como no potable y ni mucho menos a los trabajos de limpieza que llevan varios días. El problema, como he mencionado varias veces en el post ha sido de comunicación, transparencia y coordinación. Si precisamente situaciones urgentes requieren la toma de decisiones, no es menos cierto que defectos en la información o en el tiempo de canalizarlas pueden provocar importantes perjuicios. Por una parte, podríamos pensar que el análisis de agua debió de haberse realizado con mucha más urgencia, dado que a la hora que se emitió no permitió que muchísima población se percatase hasta bien entrada la mañana del domingo. Sin embargo, por otra parte podríamos entender que por cuestiones técnicas no fuese tan fácil hacerlo rápido aparte de que la medición se establece por un laboratorio de Salud pública. Ahora bien, por otra parte el aviso tardío del corte de agua y teniendo en cuenta que ya habían pasado varios días, no hubiese costado haberlo efectuado en adecuado tiempo y forma y retrasado el corte algunas horas. Esto ha provocado que a los vecinos les pillase con el pie cambiado y en un momento de ausencia de previsión sin poder ni tan siquiera tirar de la cisterna del aseo ni usar agua para limpieza no durante una o dos horas sino durante muchas más. Además, tampoco acertaron con el tiempo de regreso del agua, por lo que debieron de ser más cautos y precisos.
Sin embargo, otra versión y que con la que en parte coincide el discurso de Mario Cervera, es la que pone la causa de origen en la alteración del terreno. Desde la MCT entienden que las modificaciones del terreno que rodea a la almenara de El Mirador, por donde entró el barro al canal, han favorecido el problema y que por ello debe de trasladarse aquélla a otro sitio. Desde los ecologistas son más específicos y críticos y apuntan directamente a la agricultura señalando los regadíos intensivos, cultivos de invernadero y huertos solares en un contexto de ausencia de plan de ordenación territorial de Cuenca (competencia de la CARM) que compatibilice el uso del suelo con la sostenibilidad ambiental y la seguridad para persona y bienes. En síntesis, en opinión de este colectivo la agricultura habría generado inclinaciones de suelo con pendientes hacia el Mar Menor. Resulta llamativo que nueve años después de la primera DANA (2016) aún no se haya planteado ningún cambio.
Posibles soluciones y mejoras.
A mi juicio, veo muy complicado que las reclamaciones de responsabilidad patrimonial que se están canalizando desde los Ayuntamientos del Mar Menor, que habrían sido los primeros en recibir denuncias de los vecinos, sean estimadas por el Ministerio. No ya porque en este procedimiento administrativo la inmensa mayoría se desestiman, sino porque es harto difícil demostrar el nexo causal entre el daño producido (efectivo y evaluable económicamente) y la acción u omisión de la Administración Pública y en este caso la MCT. Supongo que la mayoría irán por el lado del corte del agua sin previo aviso, pues las que sean relativas al retraso de la comunicación del agua no potable o los costes asumidos por los Ayuntamientos para proveer camiones cisterna me temo que son más complicados. Así que lo más normal es que se desestimen todas en vía administrativa y si alguien estuviese dispuesto que se fuese al contencioso-administrativo. Tal vez lo más apropiado sería aprobar una subvención o ayuda a los Ayuntamientos que pudiesen redistribuir entre los vecinos que hayan sufrido daños demostrables.
De cara al futuro, será mejor no sólo que se refuercen las vías de coordinación entre municipios, mancomunidad y Dirección General de Emergencias de la CARM, sino también los cauces de comunicación y transparencia, aprobándose los protocolos necesarios que permitan acelerar las reacciones. Y no desde el momento en que se percibe la materialización del riesgo, sino desde la fase preventiva con arreglo a la información de la AEMET e incluyendo las alertas masivas a los móviles sin demora. Esto no puede volver a ocurrir de nuevo y, precisamente por ello, al mismo tiempo sería imperativo que la Comunidad Autónoma se implicara analizando la situación del terreno desde sus propias competencias, con independencia de que los ecologistas tengan o no razón. Un plan de ordenación no creo que sea una solución definitiva pero sí sería importante dotar de las infraestructuras precisas para que generen un importante contrapeso a las inundaciones. Una de ellas tendrá que ser relativa al traslado de la almenara, puesto que se ha demostrado con creces que los tanques de tormenta son insuficientes. Hay que explorar más soluciones y quienes deben de aplicarlas son los gobernantes en conversaciones con el personal técnico y especializado competente. Y, por supuesto, se va a necesitar mucho dinero. Otra cosa es que las Administraciones estén dispuestas a ponerlo sobre la mesa, pero habrá que ejercer la presión necesaria.
No podía cerrar este post sin transmitir mi agradecimiento a todas las personas que han trabajado en las tareas de limpieza, desinfección y regeneración del canal durante tantas horas y día y noche, al mismo tiempo que el personal contratado por los Ayuntamientos para que las calles vuelvan a su estado normal tras una ardua limpieza.
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