viernes, 26 de septiembre de 2025

La Ley española ante la okupación: un marco propicio

Al problema de la vivienda en España, cuyo acceso y precios se han encarecido, se une el de la okupación. Uno de esos males que son ninguneados por la izquierda en España y sus adláteres mediáticos, tanto de la prensa formal como de redes sociales y plataformas de streaming y vídeo. Sí, incluyendo a esos "influencers" como Marina Rivers  que aseveran con ignorancia supina que el problema de la okupación es minoritario. Un desdén que por la misma regla podría aplicarse a las mujeres asesinadas por violencia de género. Pues bien, al margen de estos voceros que da vergüenza escucharlos y sobre todo mucha indignación, existe un marco normativo que por desgracia establece unas condiciones favorables a los okupas, ya sea de inicio sin título legal o en base al mismo pero incumpliendo sus obligaciones. No se trata de que el sistema directamente les abra la puerta para que entren, sino que facilita condiciones para que se apropien indebidamente de un bien inmueble. Y en ello tiene una responsabilidad especial el actual Gobierno.

La Constitución Española de 1978 tiene dos artículos muy importantes al respecto. Por una parte, en su artículo 47 establece como principio rector de la política económica y social que los Poderes Públicos promuevan las condiciones necesarias para hacer efectivo del derecho al acceso a una vivienda digna y adecuada garanticen el acceso a una vivienda digna. Sin embargo, no es ningún derecho fundamental directamente reclamable a particulares. Por otra parte, sí prescribe como Derecho Fundamental en su artículo 18.2 la inviolabilidad del domicilio. Sin embargo, añade que nadie puede acceder ni registrar el mismo sin consentimiento del titular con dos excepciones: una resolución judicial o el flagrante delito. Es decir, la policía no tiene ningún permiso salvo si un tribunal o juzgado se lo ha autorizado ó bien se estuviese cometido un delito de forma flagrante. 

La Ley de Enjuiciamiento Criminal, en sus artículos 545 y siguientes reitera y desarrolla lo dispuesto en la Constitución a estos últimos respectos y señala en el 795.1.1ª que delito flagrante es aquél que se está cometiendo o se acaba de cometer y el delincuente es sorprendido en el acto. No existe ninguna prescripción normativa que aclare qué margen de tiempo tiene la Policía para actuar, pero según jurisprudencias y protocolos policiales no lo extienden más allá de 24-48 horas . El delito flagrante es el concepto más polémico en este tema y de hecho se interpretó mal a raíz de la famosa Ley Corcuera (también llamada Ley de la patada en la puerta) que fue declarada en su momento inconstitucional por no ser suficiente la expresión de "serios indicios". No, tiene que ser algo claramente demostrable y acreditable. Y, sin embargo, aquí parte el primer problema a favor de la okupación. ¿Cómo demostrar después de haberte pasado 3 o más días de vacaciones que te han okupado la casa y deben ser desalojados de inmediato en vez de irte a la jurisdicción civil o penal? como mínimo con videocámaras y alarma homologada, ya sea de Securitas o de cualquier otra empresa. Ni tan siquiera podemos aprovechar el momento en que salgan los okupas y cambiemos la cerradura para evitar que vuelvan a entrar. Nos denunciarán por coacciones y la Policía nos obligará a salir de nuestra propia vivienda. Absolutamente de locos.

El Código Penal, por su parte, tipifica los siguientes delitos. En el artículo 245.2 se contiene el delito de usurpación de bien inmueble, referido a inmuebles que no constituyan vivienda habitual. En tal caso se prevé multa de tres a seis meses y no prisión, lo que le convierte en un delito leve, de escasa prioridad en las tramitaciones judiciales penales (pudiendo durar años) y muchos okupas se agarran precisamente a eso. En el artículo 202 es donde menciona el delito de allanamiento de morada que permite la actuación de la policía sin resolución judicial en caso de flagrante delito y establece  penas de hasta seis meses hasta dos años de prisión ó de uno a cuatro años más multa si se acreditase violencia o intimidación, pero el proceso es mucho más largo. No podemos decir que el CP no condene la okupación, pero la falta de contundencia en las penas y la paradoja de las garantías constitucionales de inviolabilidad y presunción de inocencia matizadas por el delito flagrante favorecen que el proceso judicial sea lento e ineficaz en muchos casos.

La Jurisdicción Civil, al contrario que la penal, no permite la actuación de la Policía y afecta únicamente al derecho de propiedad y posesión del inmueble. Tú sí tienes que acreditar que tienes la titularidad en el momento de presentación de la demanda y su tramitación es mucho más lenta aún que el orden penal. para intentar corregir esto, la Ley de Enjuiciamiento Civil se modificó por Ley 5/2018 de 11 de junio, a pesar de que el PSOE votó en contra antes de presentar la moción de censura. Concretamente se introdujo el juicio verbal especial (desahucio express) para la recuperación de vivienda ocupada ilegalmente. Sólo podían recurrirlo personas físicas, entidades sin ánimo de lucro y entidades públicas con viviendas sociales, sin que pudieran bancos, inmobiliarias o fondos de inversión. A pesar de que esta reforma permitía solicitar el desalojo en 5 días, en la práctica los juicios no se han tramitado de forma tan ágil como preveía la norma y se han ralentizado y alargado por dos motivos. Primero, una Circular de la Fiscalía General del Estado de 2020 ordena los fiscales que, en los casos de ocupación sin violencia y no flagrancia, no procedan a desalojos inmediatos y se garantice el procedimiento ordinario, es decir, el civil. Segundo, porque los okupas se han sofisticado tanto que han aportado contratos falsos de alquiler o pagos

La Ley 7/1985 de Bases de Régimen Local establece en su artículo 15.1 la obligatoriedad de toda persona que resida en suelo español a inscribirse en el municipio que resida de forma habitual. Sin embargo, ni ella ni las instrucciones del Instituto Nacional de Estadística que es quien gestiona el Padrón impide que eventuales okupas puedan empadronarse. Esto es así dado que no se requiere acreditar ni la propiedad ni el derecho de uso de la vivienda. Simplemente aportando un recibo o factura y no es obligatorio ni aportar escritura, nota simple registral ni contrato de alquiler aparte obviamente del DNI, pasaporte ó tarjeta de residencia. Lo único que se verifica es que realmente el individuo y/o su familia residan allí. En el momento en que el okupa está empadronado es un factor más que lo ralentiza todo y no sólo es utilizado para desmontar el eventual delito de allanamiento de morada y rebajarlo a usurpación, sino que también para alegar arraigo o vulnerabilidad. Otros derechos que adquiere es el acceso a ayudas sociales como el IMV ó asistencia sanitaria en el centro de salud correspondiente. Por supuesto, los propietarios aunque tengan el poder para ello no pueden cortar los suministros porque se arriesgan a ser denunciados por lo penal por coacciones. En resumidas cuentas, esta configuración de los requisitos para empadronarse favorecen una legitimación indirecta del okupa.

Y a continuación vamos con la reforma legal estrella y que ha terminado por hacer estallar todo. Gobernando el PP, la Ley 1/2013, de 14 de mayo de medidas para reforzar la protección a los deudores hipotecarios ya impedía desahuciar a los mismos en ciertas condiciones en el contexto de la crisis financiera de 2008. La vulnerabilidad económica aplicaba a desahucios por impago hipotecario, no por okupación y se trataba en exclusiva de los propietarios, añadiéndose informe de servicios sociales del Ayuntamiento. Sin embargo, desde 2020 se amplia el concepto de vulnerabilidad económica y sin necesidad de tener ningún derecho formal de uso de la vivienda a raíz del famoso Real Decreto-Ley 11/2020, de 31 de marzo. Esta norma se aprobó en el contexto de la pandemia Covid-19 y en el marco del cacareado "Escudo Social" del Gobierno de coalición de PSOE-Podemos. Suspendió desahucios si el ocupante demostraba dicha vulnerabilidad incluso si carecería de título legal alguno. Sin embargo, a día de hoy cinco años después sigue permitiéndolo porque se ha ido prorrogando pese a que las suspensiones automáticas hayan expirado. 

Con arreglo al RDL 11/2020, se catalogan como "vulnerables" familias con hijos a cargo, personas mayores de 65, víctimas de violencia de género (suficiente con haber denunciado aunque sea falso o instrumental), desempleados o con rentas bajas, inmigrantes en situación irregular y el cajón de sastre de "personas sin alternativa habitacional". Basta con que los servicios municipales elaboren un informe que acredite el cumplimiento de alguna de esas categorías y que efectivamente resida allí para que el eventual proceso de desalojo se pueda suspender durante años. Y lo que es más, esta reforma ha favorecido el surgimiento de los denominados "inquiokupas". Personas que con un contrato formal en un momento dado dejan de pagar voluntariamente sus recibos y se acogen a este recurso. De esta manera, esta norma es la que de forma más directa y rastrera ha perjudicado a los propietarios generándoles una terrible inseguridad jurídica y legitimado a los okupas, con la aquiescencia de ciertos servicios municipales que habrían podido aplicar criterios económicos y sociales de forma subjetiva. Y es una problemática absolutamente actual, como por ejemplo en Murcia, en la provincia de Málaga en Estepona, en la provincia de Tarragona en Reus o en Fuenlabrada de Madrid. 

Finalmente, la Ley Orgánica 1/2025 que se publicó en enero de este año modificó la la Ley Orgánica del Poder Judicial y entre otras cosas introdujo juicios rápidos contra la okupación debiéndose de resolverse en 15 días y aportando los "inquilinos" en los primeros 5 días un título legal habilitante. Sin embargo, tanto los consabidos informes municipales para contraatacar con arreglo a una supuesta vulnerabilidad económica y social como el hecho de que muchas okupaciones se denuncien sin la etiqueta salvadora de flagrancia, ha vuelto a ocasionar que los juicios civiles y penales se alarguen sin resolverse. Esto contrasta con otros países donde el desalojo es más ágil y existen penas de prisión de un año por ocupación ilegal como Francia, Alemania y sobre todo Reino Unido que desde 2012 estableció un sistema de desalojo express en 48 horas.

En resumen, pese a que el sistema normativo no ampara directamente la okupación, sí que presenta numerosos agujeros que complican la lucha contra la misma e incluso favorecen indirectamente que personas pasen a convertirse en okupas. Frente a estos costosos procesos judiciales y el concepto estricto de delito flagrante, los Poderes Públicos se arrogan la potestad de recuperar por sí mismos los bienes inmuebles de su propiedad sin necesidad de ningún juicio previo, en razón del interés público protegido por la Ley. Sin embargo, el ciudadano propietario es visto como un ser privilegiado que, especialmente en tertulias de medios de comunicación sesgados, se reduciría a un perfil de especulador que hace negocio con el drama de la vivienda. Ese discurso injusto no sólo manipula sobre las herencias y las condiciones sociales de las personas que ponen su vivienda no habitual en alquiler, sino que genera un debate y un escenario altamente hostil empleando el término "rentista" como culpable necesario de la situación en el mercado de la vivienda. En base a ese chivo expiatorio, debates como por ejemplo en la Sexta han pretendido enfocar el problema en los caseros.

El sistema es altamente pernicioso no ya para la protección de los derechos de los propietarios, sino también para fomentar la oferta de vivienda en alquiler. Pero no ya por estas normativas reseñadas, sino por el alto intervencionismo regulatorio en el mercado. Así por ejemplo, la Ley de Arrendamientos Urbanos fue modificada por Real Decreto Ley 7/2019 permitiendo que los inquilinos permanezcan en la vivienda incluso si el propietario no desea renovar el contrato, de manera que para personas físicas se prorroga hasta 5 años. Durante todo ese plazo mínimo, el propietario no puede rescindir el contrato ni recuperar su inmueble salvo en casos muy especiales. De esta manera, y por si ya fuera poco todo lo que se había comentado, regulaciones de este tipo reducen el incentivo a sacar una vivienda al mercado de alquiler. Y parece que no existe ninguna orientación alternativa en el seno del actual Gobierno más que de seguir interviniendo el mercado y reforzando los derechos de los inquilinos incluyendo los que no pagan sus recibos. Al contrario y además su maquinaria apoyada en el presupuesto público (que incluye a RTVE), equipo privado de opinión sincronizada y "expertos" siguen difundiendo la narrativa de que todo es un invento de la "extrema derecha". Es más, en lugar de promover medidas para desincentivar la okupación, lo que hacen es señalar a las empresas como Desokupa u otras muchas, amenazando con ilegalización como hace especialmente la extrema izquierda de Podemos. No se enteran de que si el Estado impidiera la okupación, estas empresas que hacen una innegable labor social no serían imprescindibles.

Y es que, una vez más, el PSOE no se enfrenta al problema que sabe que no puede solucionar, sino que como si fuese una suerte de Doraemon siniestro se saca de su bolsillo "mágico" un relato para desenfocar y orientar la atención mediática a un mantra para activar a sus público. Pero nada como un susto que haga efecto para que a algunos les de por reflexionar, como le sucedió al actor Dani Guzmán. En definitiva, el fenómeno okupa no es sólo jurídico, dado que se mezcla con el problema de la vivienda, la presión social y la polarización ideológica.

lunes, 15 de septiembre de 2025

El caso Charlie Kirk y la escalada de violencia política

El pasado miércoles 10 de septiembre se cometió un terrible atentado en EEUU (Orem, estado de Utah) que acabó con la vida del influencer conservador y simpatizante republicano Charlie Kirk. El joven de 31 años, casado y con dos hijos, se encontraba participando en un debate con universitarios al aire libre cuando un radical le disparó al cuello y acabó con su vida. Ahí, delante de toda la gente mientras respondía a una pregunta. El asesinato en sí es horrible y vaya desde aquí mi más enérgica condena, pero no ha sido menos terrible la reacción que ha causado en ciertas personas. Me ha causado tanta indignación y estupor que me ha parecido imprescindible reflexionar sobre ello y de sus conexiones con España. Un tema del que han hablado casi todos los youtubers que sigo: UTBH, Una Alienada, Begoña Gerpe, VisualPolitik, Juan Soto Ivars, Pedro Herrero, Ramsey Ferrero, Valentina Ortiz, Juan Ramón Rallo, Aiiny, Shuuy, etc...

En dicho acto público, tras el disparo y caído el orador mientras sostenía el micrófono, hubo varios impresentables que se levantaron jaleando y celebrando lo sucedido como si su equipo hubiese marcado un gol. Absolutamente asqueroso y demencial y que refleja la podredumbre moral e inhumana. Pero las celebraciones no se quedaron ahí, sino que Tik Tok fue testigo de numerosos personajes que mostrando su jeta a EEUU y al mundo se reivindicaron como defensores del asesinato de Kirk acusándolo de lo que realmente son ellos. Incluso la red social Bluesky, a donde huyeron millones de usuarios de extrema izquierda tras la victoria de Trump y al entrar Elon Musk en el Gobierno, tuvo que elaborar un comunicado de aviso por la cantidad de usuarios exhibiendo su patética euforia por el crimen cometido. Toda esa gente se alegra tanto del mismo simplemente porque él pensaba diferente mientras ellos pretenden proyectar su propia miseria y oscura alma. Algunos incluso han llegado a rugir contra celebridades como Chris Pratt, que pedían una oración por Kirk y su familia. Otros se han topado con una bonita rescisión de contrato descubriendo que sí, señoras y señores, existe la cultura de la cancelación.

Se han difundido muchos bulos para justificar estas actitudes reprochables. Charlie Kirk era conservador y pro Trump y entre otras cosas defendía posiciones controvertidas como la derogación del aborto y el derecho a portar armas. Estas son posturas en las que tengo mis reservas, pero respecto a la segunda y la que más le echan en cara, hay que recordar que en EEUU es legal desde hace muchos años y ningún gobierno ni demócrata ni republicano ha hecho nada por regular ni poner coto. Además, el propio Kirk se refería a usar las armas para defenderse, no para atacar gratuitamente ni mucho menos para asesinar. Otro bulo fue que supuestamente defendía lapidar a los homosexuales. Esta acusación parte de un comentario sacado de contexto en un debate en el que Kirk matizaba que no se debía de tomar la Biblia en sentido estricto dado que contenía frases terribles como esa. Igualmente defendía ante un auténtico homófobo que el movimiento conservador integrase a las personas homosexuales. También se le acusó de racista por presuntamente decir que los esclavos de raza negra cometían menos delitos que actualmente, cuando el contexto es que no entendía como con más derechos y progreso seguían siendo pobres. También se le ha acusado de tránsfobo cuando en sus debates no ha tenido problemas en conversar con personas trans desde el respeto y aplicando siempre la asertividad y escucha activa. Así por ejemplo, a uno de ellos le cuestionaba su concepto de qué es mujer al tiempo que enfatizaba la importancia de la salud mental para que su disforia de género no le perjudicase. Finalmente, se le ha acusado de exigir que todas las niñas que se quedasen embarazadas fuesen obligadas a tener el bebé y no abortar, cuando en realidad estaba respondiendo al caso extremo y particular de qué preferiría si a su hija de mayor le pasase.

Al parecer, Kirk siempre estuvo interesado en debatir aunque fuese con gente de ideología contraria precisamente porque consideraba que la violencia se ataja cuando se habla. Y precisamente llegó un día en que de la forma más violenta posible, causándole la muerte, interrumpieron para siempre un debate mientras hablaba y portaba un micrófono. Un auténtico atentado no sólo contra una persona sino también contra la libertad de expresión y por extensión la de pensamiento. El joven con el que habló por última vez fue el universitario Hunter Kozak, un chico izquierdista y simpatizante demócrata que quería retarlo, que lamentó lo sucedido y condenó tanto el atentado como las reacciones de celebración. "¿Estamos locos?" Afirmó a la prensa al tiempo que enfatizaba que había muerto un ser humano y padre de familia como él también lo es. 

En España no se han hecho esperar las reacciones de la prensa y ciertos voceros. Entre ellas, están los que han empleado titulares y adjetivos para tachar a Kirk de ultraderecha, trumpista, tránsfobo, machista, racista y supremacista blanco, etc... y difundiendo todos los bulos anteriores y mentiras añadidas con tal de deshumanizar al asesinado y reducir la noticia a un hombre de paja. También recalcaron que el asesino Taylor Robinson de 22 años procedía de una familia republicana omitiendo que él era antifascista y activista radicalizado según ha revelado su entorno más cercano y que además convivía con un compañero transgénero según las investigaciones del FBI que está colaborando con las autoridades. Y aún así, lo relevante no es que sea facha de izquierda o de derecha (groyper), sino que asesinó a Kirk por ideas y no soportaba su libertad de expresión. Aunque no lo parezca, son unas formas sutiles de desdeñar la relevancia de un asesinato enfatizando en las características de la víctima y en menor medida en una supuesta falsa bandera del agresor. Pero en algunos casos se esconde algo más siniestro y es emplear esas etiquetas para - de forma sibilina - expresar alegría y satisfacción por lo sucedido. Puede verse sobre todo en esas personas y medios que terminan metiendo la pulla ideológica justificando que sus ideas eran criminales y había recibido una respuesta a la altura de las mismas. Estas actitudes no son mejores que los que abiertamente escriben y hablan encantados. Todos ellos colaboran a normalizar y circular una escalada de violencia política. Y eso es lo altamente preocupante, más allá del lobo solitario del criminal.

Desde el Contreras System, el Gobierno, su tele del régimen, la prensa sincronizada y sus colaboradores están difundiendo la narrativa de que exclusivamente la derecha o aquellos que se sitúan fuera del círculo de adoración Sanchista están contribuyendo a la polarización catalogándola como asimétrica. Pero sus acciones les delatan. Por un lado, de forma incomprensible retuercen unas declaraciones del diputado Miguel Tellado que mencionó metafóricamente la palabra "fosa" para acusarlo de apología de los crímenes del Franquismo, ponen el grito en el cielo cuando Mago de Oz osa hacer una broma política en un concierto, denuncian a Feijoo por un vídeo en TikTok donde baila Mi limón mi limonero y añade me gusta la fruta en tono jocoso... Por no recordar cuando se inventaron una conspiración en la UCO para atentar contra el Presidente del gobierno. Por otro lado, callan cuando el ministro Óscar Puente llama saco de mierxx a Vito Quiles, Pablo Iglesias y Maestre agarran y estrellan en el suelo un micrófono de Vito alentando a seguir haciéndolo, llaman asesina a Isabel Ayuso, un concejal socialista propina una patada voladora a unos vecinos por insultar a Pedro Sánchez, Sarah Santaolalla llama idiotas a los votantes del PP y Vox mientras ella posa con una camiseta negra con la cifra de muertos en Madrid por Covid, etc... Sí, este es el nivel. 

Lo peor de la polarización política es que llega un punto en que la violencia pasa de estar condenada a banalizarse para seguidamente ser justificada. Porque de hecho ya estamos en esa fase. Recuerdo los episodios de escraches inaugurados por el mencionado Pablo Iglesias, pero es que actualmente la situación es peor. Hemos llegado a un punto en el que de la dispensa y justificación a la promoción queda un paso cada vez más fino. Y en España, lamentablemente, las redes sociales reflejan el nivel de cochambre política tanto en sectores extremistas de la izquierda como la derecha. Y ambos se retroalimentan entre ellos, a pesar de que de la impresión de que los primeros ya adelantaron de largo por el asunto Israel y Palestina. La extrema derecha, que no es tan inmensa pero existe, está impregnada de xenofobia en redes sociales gracias a una pésima comunicación de la relación entre inmigración e inseguridad (no molestan los inmigrantes, molestan los quinquis con machete y los agresores sexuales que no se integran en la sociedad). Ya lo comprobé un día que me atreví a comentar que no estaba bien apedrear en la cabeza a un inmigrante que acosaba a un menor y que con esa edad  hubiese echado a correr. Tuve que borrar el tweet porque sentí miedo. Resumidamente, el panorama es tan desolador, que da la sensación de que si ETA aún cometiera crímenes iba a tener más apoyo social que el que tenía entonces.

Sí, existe gente dentro y fuera de nuestras fronteras que piensa que eliminar al disidente sería un planazo aunque no se plantee ejercerlo. Es una forma indirecta de legitimar y promover la violencia y que tenga la etiqueta de política es lo de menos. El fanatismo y el odio movidos por la escalada de violencia política ha llegado a tales extremos que, sin lugar a dudas, existen monstruos que si no tuviese consecuencias penales, si se legalizase un Día de la purga como las películas, no dudarían en aprovecharlo y liquidar físicamente a sus considerados oponentes. Y se vendería como un acto de justicia social. Son personas muchas de ellas con una vida que no les falta de nada económicamente ni social ni personal. Gente aparentemente normal y que proyecta su propio odio confundido por los mensajes que recibe y una realidad interpretada por una ideología cada vez menos empática y abierta. Y Charlie Kirk NO era como son ellos, por controvertidas que fuesen algunas de sus opiniones conservadoras que no imponía y tampoco se reía de las de los demás cuando las confrontaba cara a cara.

No podemos tomarnos a broma esta escalada que se percibe de forma clara en las redes sociales a nivel global, no sólo aquí. Y esto sucede porque hay gente que promueve esto y son los que usan un altavoz formal o no formal para difundir no sus ideas sin más sino el enfrentamiento y lo alientan. En el momento en que sustituimos el debate asertivo por un conflicto perpetuo basado en suprimir al contrario, la bola de nieve se agiganta hasta poder aplastarnos a todos. Y resulta estremecedor pensar que aún así no se razona en establecer cordura en la crítica argumentada sino se recurre a la testosterona del guerracivilismo permanente con el que algunos disfrutan en España. Porque ese es el escenario que especialmente promueve el PSOE de Sánchez con la ayuda de su entramado mediático público y privado. Porque eso les reporta tanto más incondicionales como más gasolina a su narrativa. Y las emociones de los radicalmente ideologizados carecen cada vez más de frenos racionales por culpa del deterioro político que la polarización causa. Es más, asistimos a una clase mediática que da asco, sobre todo la que sirve a los dictados de Moncloa, que da vergüenza y que en los debates ni deja hablar y sólo se centra en acaparar titulares y reels retorciendo los mensajes, manipulando y radicalizando a todo el mundo. Y no es casualidad que ayer Pedro Sánchez felicitase a los que reventaron el final de la Vuelta ciclista a España. Sí, un Presidente del Gobierno aplaudiendo, promoviendo y blanqueando los boicots producidos. Pero ojito con acercarse a Ferraz, ¿eh? Y aquello no ha sido sino un aviso a navegantes de lo que puede pasar si pierden las elecciones.

Ahora, la viuda de Kirk seguirá su legado y continuará los debates en las universidades llenas de ideas de izquierda y sin complejos. Porque no existe nada mejor en política que saber debatir y no necesariamente llegar a puntos en común, sino aplicar más habilidades humanas y que la confrontación de puntos de vista invite más a la reflexión. Porque los partidarios de la violencia política sin límites no van a vencer mientras se les siga respondiendo con valentía, dándoles guerra cultural. La única guerra sin armas y que merece la pena luchar por ella.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

El conflicto Israel-Palestina: contextos, controversias y la deriva activista

De los temas de los que no me atrevía a hablar en el blog éste es seguramente el que más "tabú" que tenía, dada la gran cantidad de manipulación, medias verdades y desinformación que circulan y la complejidad del mismo, más allá de que muchos pretenden reducir el problema de forma muy simplista. Por eso, me he abstenido de incluir fuentes que pudieran ser especialmente parciales (o más de la cuenta). El conflicto entre Israel y Palestina data de casi 80 años atrás, pero se ha recrudecido especialmente desde hace dos años. En medio de todo esto, el activismo pro Palestina parece haber entrado en una espiral que personalmente no comparto para nada, a pesar de que resulte necesario denunciar la gestión de guerra del gobierno de Israel. Porque las guerras, todas, traen cosas malas y en España lo sabemos muy bien. Porque para mí no existen buenos aquí al menos entre los políticos y terroristas, eso que quede claro a cualquiera antes de seguir leyendo. Vayamos primero con un poco de contexto antes de centrarme en la deriva de ese activismo que entiendo que no aporta nada positivo ni constructivo.

Desde 1947 se ha hablado varias veces de crear un Estado palestino mediante varias intentonas de acuerdos que jamás han sido firmados. En dicho año, la ONU propuso dividir Palestina en un Estado judío y otro árabe mientras que Jerusalén y Belén se hallarían bajo un régimen internacional especial administradas por la propia ONU. Sin embargo, la parte árabe no lo aceptó porque entendía que asignaba la mayor parte del territorio (58%) a una minoría y estalló la guerra en 1948. En 2000, en la cumbre de Camp David, fue Israel quien ofreció un Estado palestino albergando gran parte de Cisjordania y Gaza. El célebre Yasser Arafat lo rechazó porque consideraba que dejaban a la primera muy fragmentada en sus asentamientos, no incluía Jerusalén y no ofrecía soluciones para los refugiados. Años después hubo una etapa complicada con Ariel Sharon y Bush en EEUU que complicó cualquier acercamiento. En 2008, el israelí Ehud Olmert ofreció a Mahmud Abbas un Estado con retirada de Israel de las regiones mencionadas, intercambio de tierras y Jerusalén Este como capital compartida. Sin embargo, Abbas no firmó alegando falta de garantías contra acciones ofensivas en Gaza. De esta manera, el eterno conflicto tiene su punto de partida en el fracaso de las negociaciones derivada de la escasa voluntad de establecer acuerdos satisfactorios. Sin embargo, hubo algo mucho peor que terminó alejando aún más las posibilidades de acuerdo de paz: el ascenso al poder de los terroristas de Hamas.

En 2006, Hamas ganó por mayoría absoluta en Gaza frente a Fatah, el partido de Yasser Arafat y de Abbas. Un año después estallarían enfrentamientos armados y Hamas se terminaría imponiendo a la oposición  y estableciendo una auténtica dictadura ejerciendo represión interna y censura sin que desde entonces se hayan celebrado más elecciones legislativas ni presidenciales. Palestina terminó dividida en dos gobiernos de facto que serían Cisjordania (ANP) y Gaza (Hamas). Hamas habría sido quién más ha alejado la paz en 75 años por dos razones, que se vinculan a su condición de régimen dictatorial. En primer lugar, mantiene la resistencia armada y terrorista contra Israel atacando indiscriminadamente a civiles que al mismo tiempo activan terribles represalias israelíes. En segundo lugar, oprime a su propia sociedad civil usándola como escudo al establecer infraestructuras militares en áreas donde existen hospitales y centros educativos y a minorías como los LGTBi, aplicando la Ley Sharia y la moral conservadora islámica y penalizando con cárcel la homosexualidad en Gaza con el antiguo código penal británico de 1936. Por el contrario, en Cisjordania es legal desde 1951. Por otra parte, es preciso añadir que aunque existieron acusaciones de desvío de fondos de ayuda a fines terroristas militares no se encontraron evidencias de ello.

El trágico 7 de octubre de 2023 más de mil personas murieron en Israel tras terribles ataques de cohetes disparados por Hamas (incluyendo un festival de música) y cerca de 200 personas fueron secuestradas. Esta fecha se convirtió en un punto de no retorno y la reacción ha sido escalofriante. Para Hamás fue una demostración de fuerza destinada a romper el bloqueo y colocar la causa palestina en el centro del debate mundial, pero para gran parte de la comunidad internacional no fue sino un acto de terrorismo masivo contra civiles que desencadenó una guerra aún abierta. La reacción del gobierno de Israel con Netanyahu al mando, según la misma comunidad, habría tratado de ponerse a la altura de tamaña acción criminal ejerciendo represalias para destruir a Hamas pero generando al mismo tiempo múltiples víctimas colaterales. No es menos cierto que precisamente los terroristas lo han favorecido. Como tampoco es es casualidad que la fuente principal que apunta a más de 60.000 víctimas en Gaza en dos años es... La propia Hamas a través de su ministerio de Sanidad. Y obviamente las ONGs replican esa información y contratan a expertos que la ratifican.

Llega el momento de responder a la primera polémica, ¿es un genocidio lo que está sucediendo en la franja de Gaza? La Convención de Naciones Unidas para la prevención y la sanción del delito de genocidio de 1948 exige probar la intención específica de destruir de forma total o parcial a un grupo protegido. La mera existencia de muertes masivas, hambruna o migración, pese a ser desgarradoras, no bastan por sí sola para una condena legal por genocidio Incluso la comisión de violaciones de Derechos Humanos. Y es que la calificación corresponde a tribunales con competencia penal, como los de los Estados miembros o la Corte Penal Internacional de Justicia, a pesar de que la Fiscalía esté investigando. Por el contrario, sólo ha sido insinuada por órganos particulares de la ONU como la Oficina del del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (advirtiendo de acciones que estarían impregnadas de características de genocidio) y expresada por algunos gobiernos nacionales como el socialista español, ONGs como Amnistía Internacional, medios de comunicación y periodistas y asociaciones de expertos como la IAGS. ¿Les suena a algo las coincidencias? Sin embargo, como señalo, no existe ninguna sentencia que así lo confirme como sí sucedió en el caso de la ex Yugoslavia de Radovan Karadzic.

Existen otros casos de investigaciones en curso de genocidios, pero apenas alguno se ha confirmado judicialmente. Está el caso de Sudán en Darfur, por el que la CPI emitió en 2009 orden de arresto contra Omar Al-Bashir por crímenes de lesa humanidad. El dictador fue depuesto por golpe de Estado en 2019 y juzgado y condenado, pero sólo por corrupción y las investigaciones determinaron que no había genocidio. A pesar de ello, la violencia étnica sigue activa en Darfur con denuncias de masacres perpetradas por milicias árabes. En Myanmar, la minoría musulmana rohinyá fue objeto de limpieza étnica y desplazamientos hacia Bangladesh y la CPI admitió varias demandas de declaración de genocidio, que siguen investigándose. En Irak y Siria, la persecución de ISIS contra los yazidíes ha sido reconocida como genocidio por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y el Parlamento Europeo y en Alemania (Frankfurt) se condenó en 2021 a un yihadista expresamente por genocidio. Finalmente, en Azerbaiyán, se expulsó en 2023 a casi toda la población armenia (más de cien mil personas) si bien no existe aún proceso penal que lo sentencie y a pesar de que tras la primera Guerra Mundial más de un millón de armenios ya sufrieron un exterminio por obra de los otomanos. Luego están otros casos como Nigeria y El Congo con miles de muertos y desplazados de religión cristiana en el primer caso y millones de muertos de minorías étnicas durante el presente siglo en el segundo que, sin embargo, nunca han sido reputados como presuntos genocidios sino como crímenes de guerra o lesa humanidad.

Sin embargo, los activistas de izquierda y entre ellos en España no consideran significativos esos "genocidios" que se están investigando (otros no) y con todo no son declarados como tales, pero sí el de Gaza que tienen clarísimo que lo es. Así que, ¿qué hay detrás de ello? Pues es muy sencillo. Por una parte, Israel encarna al poderoso, un Goliat con uno de los ejércitos más impresionantes del mundo. Es un país capitalista, muy occidentalizado y con EEUU como tradicional aliado, que a su vez es el monstruo tradicional del socialismo. También es visto como un Estado colonialista. Por la otra banda, Palestina es un "país sin Estado" que reclama independencia, su religión oficial es la musulmana y además su población es racializada, pobre y con escasos recursos. Por si fuera poco, cuenta con un brazo terrorista que para cierto espectro de la izquierda nunca fue un problema para luchar por objetivos políticos. Incluso, ciertos activistas miserables como el siniestro R. Solís los defiende y justifica empatizando de la misma manera en que lo hizo Batasuna de Otegi con los de la serpiente vasca. Pues bien, todo esto es el punto de partida para un activismo que, aún teniendo razón de base en abogar por el fin de la masacre en Gaza que ejerce Israel, peca de la mayor hipocresía y penosa actitud.

Son diversas las acciones en las que los activistas han exhibido más antisionismo que defensa de los Derechos Humanos, más que nada por el furibundo odio que continuamente expresan a la nacionalidad israelí. Demuestran que su guerra de moralidad no va contra el gobierno de Israel por crímenes de guerra sino contra TODA la nación. De hecho, los consideran nacionalsocialistas, equiparándolos con vergonzosos memes al movimiento del famoso ex pintor austríaco. Así por ejemplo, tenemos los intentos de boicot y amenazas a las dos últimas representantes de Israel en Eurovisión (la última sobrevivió al terrible ataque del 7 de octubre), acoso en redes sociales a la actriz de cine Gal Gadot (alguno de ellos instigado indirectamente por la incontinente verbal Rachel Zegler) y qué decir de las presiones de activistas de extrema izquierda en Euskadi, Galicia y Asturias para que ciclistas israelíes abandonasen la Vuelta. Y es que ha llegado a tal punto la imperiosa validación social que llegaron a criticar duramente a la cantante Rosalía por no pronunciarse, en el sentido de que la ausencia de ello equivalía a apoyar a Israel. Es que no se puede ser más sectario. Desde entonces, la artista no ha tenido más remedio que expresar condena para no volver a sufrir una funa. Otras acciones recientes han consistido en performances de dudosa efectividad como la famosa Global Sumud Flotilla con comida y ropa para Gaza que parece más un viaje fin de curso (inventándose ataques con drones para generar victimismo) y "baños solidarios" en el mar con banderitas palestinas en Baleares y Cantabria. En todo esto ha derivado el uso interesado de una tragedia humanitaria y, en síntesis, estos activistas no son sino otra parte más del problema.

Juan Soto Ivars y Arturo Pérez-Reverte, cada uno por su parte, son dos intelectuales que consideran que Netanyahu debe de ser juzgado y preferiblemente por su propio país. A día de hoy, la mayoría de israelíes lo que quieren es la paz y que sus familiares secuestrados regresen a casa sanos y salvos. Por eso muchos no entienden por qué no se establece una paz y ni tan siquiera un alto el fuego. La desconfianza es máxima, pero el gobierno israelí no contribuye tampoco al fin de la guerra. Por otra banda, ambos autores coinciden en que el activismo que dice defender la causa de Palestina hace justo lo contrario y blanquea tanto al terrorismo islámico como el totalitarismo que hay detrás de la religión. Por ello, pese a los ataques cruentos de Israel es muy difícil ocupar un asiento junto a los antisionistas disfrazados de amantes de los derechos humanos. Además, cuando el propio Netanyahu reconoce haber permitido financiación a Hamas para desestabilizar a Palestina mediante fondos provenientes de Irán y Qatar y lo que es peor de la Unión Europea, ¿en qué cabeza cabe posicionarse a favor de su gobierno? Pero no nos confundamos y caigamos en la trampa de la extrema izquierda de odiar a los países y a sus ciudadanos. Son los gobernantes y los terroristas los culpables, no los ciudadanos y menos aún las víctimas.

Y es que, en definitiva, este activismo desnortado de extrema izquierda y que ha contagiado también a la izquierda en España, ha convertido la causa de Palestina y la paz en una dualidad entre el bien y el mal para esconder otros temas y problemas que o bien no le reportan votos (como la inseguridad ciudadana vinculada a la inmigración ilegal y los Menas) o sólo erosionan a su socio para gobernar (la corrupción socialista). Además, también ha impregnado a la tragedia de Gaza de una etiqueta de calidad de forma que toda persona que ose considerarse humana y con corazón debe de posicionarse en el mismo sentido, a pesar de que sus fuentes sean los terroristas de Hamas. Y lo que es más, creerse que los valores de democracia, derechos humanos y respeto a la igualdad LGTBi y hasta lo Queer es compatible con un régimen dictatorial e incluso con la deshumanización de toda una población por el mero hecho de tener la nacionalidad israelí. Ese activismo que se cree salvador de las causas más justas y articula acciones tan constructivas como reventar etapas de la Vuelta ciclista, irse de crucero, hostigar a artistas, romantizar terroristas islámicos e influir en Gobiernos como el de España que ha asumido todos sus postulados. Simple y llanamente porque son su público electoral y porque le ayuda como cortina de humo contra el escenario político nacional. De hecho abrió el curso 2025/2026 con un anuncio de embargo de armas a Israel y ayudas de 150 millones de euros a Gaza mientras las víctimas de la DANA y en La Palma esperan aún.

La solución al conflicto pasa necesariamente por el reconocimiento oficial del Estado de Palestina pero empleando los cauces formales para ello, esforzándose más en el diseño del acuerdo, más flexibilidad en la negociación y con la firma de la paz definitiva entre Israel y sobre todo la región de Gaza, porque el problema no es Cisjordania. Pero siempre ha de ser irrenunciable la desarticulación y desaparición de Hamas como elemento terrorista. También es necesario que se proceda a la reconstrucción de Gaza con inversión tanto americana como europea. Finalmente, convocar elecciones de manera que exista un gobierno democrático que gobierne ambas regiones. Sin embargo, lo más simple es afirmarlo así tan llanamente, porque el paraíso que supondría eso no parece ni remotamente imaginable a largo plazo, la guerra no parece sino recrudecerse y las partes no parecen ni interesadas en sentarse a negociar. En las mejores épocas, ni tan siquiera en ellas se pudo alcanzar un acuerdo de confianza, seguridad y estabilidad. Además, ni tan siquiera veo factible una amnistía por semejantes crímenes, por lo que necesariamente han de existir condenas ejemplares. Todo esto, sin duda, convierte al conflicto Israel-Palestina en el rompecabezas geopolítico más complejo que existe en el Mundo a día de hoy, peor aún que el de Rusia-Ucrania y sólo nos queda desear que la vida nos de lo suficiente como para algún día ver con nuestros ojos (o escuchar con nuestros oídos) que por fin la Paz sea la triunfadora.