miércoles, 2 de octubre de 2024

La errónea lectura socialista del mercado de la vivienda

Hace tiempo que la vivienda en España se ha convertido en un bien de difícil acceso y noticias como esta nos hacen recordar no ya ello sino que está peor que nunca. Ante eso, la respuesta que da la política y más la característica de los gobiernos socialistas suele ser la de incrementar las regulaciones e intervenir en el mercado de la vivienda. Valga reconocer que esto último no es pernicioso si se trata de sacar al mercado viviendas de construcción pública en competencia con el sector privado, pero incrementar o endurecer la legislación en materia de alquiler y compra de vivienda sí lo es. Es el principal problema que tiene la izquierda con este tema, que considera que estatalizando y controlando el mercado se va a fomentar tanto la compra de vivienda nueva o de segunda mano como el alquiler. Pues bien, nada más lejos de la realidad. Y menos mal que hace poco PP, Vox y Junts sumaron una mayoría para el rechazo de una (otra) ley hiperregulatoria, la del alquiler de temporada.

El siempre acertado profesor Juan Ramón Rallo (del que si no lo he dicho ya en mi blog es mi principal referencia en materia económica) señala que el problema de base radica en una falta de oferta en comparación con una demanda mayúscula. Y por segundo post consecutivo me permito insertar un nuevo vídeo suyo muy aclaratorio:

 

Verdaderamente, no es porque no haya suelo para construir (que en parte también), sino por la enorme carga burocrática que cercena tanto la inversión como el alquiler, así como otras legislaciones que no protegen al propietario o usufructurario. Y es que, si por ejemplo existen topes máximos al alquiler y nuestras hipotecas como propietarios es mucho mayor, si se establecen plazos temporales que no convienen a las partes por la incongruencia con la estacionalidad de la demanda, si el arrendador no se siente seguro ante las posibilidades de protegerse en caso de que no le pague el arrendatario o si se ponen tantas trabas administrativas para la construcción de nuevas viviendas... ¿cómo vamos a fomentar la oferta?

La lectura de izquierdas es que la culpa es del malvado neocapitalismo ultraneoliberal, cuando en realidad es más bien al contrario. Es el excesivo intervencionismo del mercado de la vivienda el que ha aumentado el problema al encarecer el acceso a la vivienda. Javier Milei ya muestra el camino en Argentina de cómo liberalizar el sector es lo que ayuda. Políticas desregulatorias o mejor dicho liberalizadoras son las que lograrán impulsar a la oferta para que se equipare a la aparentemente desmesurada demanda. También, por supuesto, se puede tratar de reducir algo esa demanda. ¿Se imaginan bajo qué medida? Pues reduciendo el incentivo a la inmigración ilegal y controlando mejor nuestras fronteras. Todavía se preguntarán cómo es posible que líderes socialdemócratas visitasen a Giorgia Meloni para consultarles cómo ha solucionado el problema de la inmigración ilegal, como por ejemplo el primer ministro de Reino Unido Keirm Starmer, del partido laborista. Pero qué casualidad que con las fronteras es donde el socialismo español prefiere ser liberal radical...

Igualmente, las empresas constructoras necesitan dinero, dado que la inflación y la subida de los materiales les ha mermado mucho a las que no tienen un volumen muy elevado de negocios. Una buena política de fomento siempre sería más acertada que una regulatoria, pero no la más óptima. Mucho mayor beneficio que una subvención sería una rebaja del impuesto de Sociedades.

En una sociedad en la que se prefiera destinar el dinero a excesivas "paguitas" que desincentivan el trabajo, que se protegen los desmanes de los okupas y a los impagos de los inquilinos, se cose a impuestos y cotizaciones a las clases medias y sobre todo a los autónomos no conseguirá evolucionar y mejorar, sino estancarse en un contínuo que nada tiene que ver con el tan cacareado progresismo.