viernes, 25 de julio de 2025

Las fechorías de Cristóbal Montoro que el Gobierno Sánchez validó

Mientras siguen cada día apareciendo nuevas noticias y desarrollándose la investigación de las distintas tramas corruptas que asolan al PSOE de Sánchez desde los inicios de su mandato y muy especialmente en tiempos de la crisis del Covid-19, recientemente ha estallado un caso que afecta al PP de tiempos de Rajoy. Es decir, una investigación que afecta al Gobierno anterior al presente y cuya cúspide es Cristóbal Montoro, aquél nefasto Ministro de Hacienda de 2011 a 2018. Al parecer, este personaje habría tejido una red en su departamento para cobrar una serie de mordidas a empresas sobre todo del sector del gas a cambio de ventajas fiscales. Es sin duda un escándalo que no debe quedar impune para nadie. Sin embargo, hay que recordar que ya hubo medios de comunicación y no precisamente afines a ideas socialistas que destaparon en su momento este escándalo en el año 2017, constando tanto amenazas a Carlos Alsina de Onda Cero como a Javier Chicote de ABC. Si esto da una idea de la maldad de este político, se sorprenderán cómo, si bien no así de que se utilice políticamente por la prensa sincronizada como escudo ante la creciente información sobre la corrupción socialista, las medidas más vergonzosas y perniciosas que fueron perpetradas por este ministro NO han sido revertidas hasta la fecha. Es decir, tanto que se proclama como progresista este Gobierno no ha hecho sino validar y mantener muchas de las polémicas reformas de impuestos, lo que nos da una idea de que no debió de parecerle una labor reprochable. Vamos con las 5 más relevantes:

Supresión de la deducción en el IRPF por inversión en vivienda habitual. Desde el 1 de enero de 2013, nadie que compre en propiedad una vivienda puede deducirse el préstamo hipotecario. Hasta entonces, era posible deducirse hasta un 15%. El argumento fue que contribuyó a generar la burbuja inmobiliaria, una excusa absolutamente delirante cuando en realidad el problema fue la irresponsable concesión de créditos y un crecimiento de la oferta demasiado enorme en el corto plazo. Las familias que pagan hipoteca cada vez ahorran menos y sobre todo las familias y los más jóvenes, por lo que esta deducción debería de volver. Sin embargo, el gobierno socialista prefiere quedarse con el dinero. Es imposible de cuantificar cuánto ahorro les ha robado a los españoles tanto el PP de Montoro como el PSOE de Montero en todos estos años.

Supresión de la deducción estatal por alquiler de vivienda habitual. Se eliminó el 1 de enero de 2015 y permitía deducirse hasta un 10% de la renta pagada al año, lo que beneficiaba a los inquilinos con salarios más modestos. Por el contrario, se mantenía una reducción del 60% sobre el rendimiento neto del alquiler de vivienda habitual, lo que repercutía positivamente a los arrendadores y fomentaba ese alquiler. Sólo algunas autonomías como las más tensionadas que son Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía han introducido algunas deducciones en favor de los inquilinos. Diez años más tarde, el PSOE ha entendido que traía más a cuenta aprobar el vergonzoso Real Decreto Ley 11/2020, de 31 de marzo, que indirectamente instaura la categoría de los "inquiokupas" al favorecer que puedan constituirse como grupos vulnerables. Básicamente prefieren darle esos privilegios a los impagadores que incentivar el alquiler, de manera que mantener la reducción antes mencionada es irrelevante con los peligros que han validado. 

Subida del IVA al 21%. En septiembre de 2012, entró en vigor la fuerte subida de un impuesto que afecta a absolutamente todos los españoles con independencia de sus ingresos y patrimonio, el Impuesto sobre el Valor Añadido. Se subió el general del 18% al 21% y el reducido del 8% al 10% en plena crisis económica que afectó tanto a empresas como a ciudadanos con la excusa de combatir el déficit público y responder a exigencias de la Comisión Europea en lugar de recortar el gasto como haría un Gobierno supuestamente liberal. Esto afectó especialmente a la hostelería, a los transportes y a la alimentación y por ende al consumo interno, agudizando la crisis al generar una inflación que seguramente era lo que buscaba Montoro. Y es que la inflación precisamente reduce el valor de la deuda pública y permite financiar el déficit público mediante la emisión de moneda, como ha explicado el profesor Rallo en muchas ocasiones. Desde entonces, NO se ha revertido ese 21% que se ha consolidado ya como estándar

Fondo de liquidez autonómico (FLA). Tras la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria, el Real Decreto Ley 21/2012, de 13 de julio, se aprobó  por el gobierno Rajoy se convalidó en el Congreso por mayoría absoluta para reforzar el control del gasto público emitido por las autonomías limitando su acceso al endeudamiento en los mercados financieros. El Estado era ahora el prestamista estableciendo planes de ajuste fiscal y préstamos a bajo interés, pero a cuenta de recentralizar y castigar o premiar según intereses políticos, enganchar y convertir en dependientes a algunas regiones como el caso de Murcia y sin que el sistema de financiación se adapte desde 2009, de manera que el ejecutivo del PSOE ni se ha planteado modificar nada más que para beneficiar a sus socios. Muy especialmente Cataluña con su financiación singular. Por lo tanto, al PSOE le interesa seguir controlando autonomías según se alineen o no con sus objetivos políticos, por lo que ha preferido no dejar pasar la oportunidad.

Modelo 720 de declaración de bienes en el extranjero. Mediante Real Decreto 1558/2012, obligó a los residentes fiscales en España a declarar bienes en el extranjero de coste superior a 50.000 € referidos a dinero en cuentas bancarias, inmuebles ó activos financieros. En principio, su carácter era sólo informativo, pero su omisión acarreaba sanciones que violaban nada menos que el principio de proporcionalidad, el de prescripción (eran imprescriptibles) y hasta el de presunción de inocencia. En enero de 2022, tras no haber hecho nada el PSOE por revertir esto ni anularla, España fue condenada por el TJUE por considerar ilegales esas sanciones por los motivos anteriores aparte de contrarias a la libre circulación de capitales, por lo que finalmente tuvo que suavizar la regulación. Es decir, al socialismo no le parecía mal ni disponer de esa información que pudiera ser usada con fines interesados ni tampoco el saqueo a sanciones hasta que Europa terminó condenando, a pesar de que desde años atrás ya existían informes que lo advertían.

En definitiva, si el gobierno Sánchez se avergüenza de Cristóbal Montoro, mejor que se miren a ellos mismos y rompa con lo que todavía no ha suprimido de su legado. O mejor dicho, que recupere derechos para los ciudadanos y empresas y autonomía para las Comunidades Autónomas, no castigos para los primeros y privilegios y represalias para estas últimas.

(Fuente de la foto: El País)

lunes, 14 de julio de 2025

Lo de Torre Pacheco: el peligro de la generalización y el reduccionismo

En los últimos días, la localidad de Torre Pacheco de la Región de Murcia a la pertenezco ha estado en el foco de las noticias desde que saltó el suceso de que un grupo de magrebís asaltaron a un hombre de 68 años que paseaba. Sucedió el pasado jueves 10 de julio a plena luz del día y el jubilado fue víctima de una paliza propiciada, al parecer, por sólo una persona. Sin embargo, el resto de personas de número indeterminado habrían colaborado en encubrir la agresión y destruir pruebas tras haber grabado el espectáculo, tal vez en el marco de algún posible reto viral. En declaraciones a la prensa, la víctima de nombre Domingo dio estos datos que por el momento, junto con las investigaciones policiales han dado con la detención de dos de las personas del grupo y el agresor estaría muy probablemente identificado. Ahora bien, la historia no acaba aquí, puesto que estos hechos han puesto también en la agenda pública dos circunstancias: una, la inseguridad ciudadana que los vecinos de Torre Pacheco vienen sufriendo desde hace mucho tiempo y ligada (por mucho que se esconda) a la inmigración ilegal y dos, el efecto gasolina que están aportando grupos ultras que ni siquiera son del pueblo y han iniciado una cacería que retroalimenta violencia.

Por consiguiente, mi objetivo del presente post es establecer una reflexión sobre lo que está pasando, puede estar pasando y qué puede hacerse para evitar que siga escalando. En primer lugar, como ya he mencionado en varios de mis posts, tenemos un problema muy serio con una parte de la inmigración. Repito, con UNA PARTE. La izquierda tiende a pensar y difundir, en su atalaya moral, que la inmigración masiva es buena, que sirve para pagarnos las pensiones, que ningún ser humano es ilegal y que no deberían de haber fronteras. Sin embargo, ese relato emocional y sentimental se les cae ante cualquier examen racional de la situación. Una explicación sencilla, por ejemplo, es que toda África no cabe en España. Del mismo modo, no hay trabajo para todo el mundo incluso para esos puestos de trabajo de escasa cualificación que repiten como arma arrojadiza cuando en realidad están incurriendo en un clasismo vergonzoso. Además, no existe ningún problema con aquellos inmigrantes que vienen arriesgándose la vida, consiguen un trabajo, aportan a la sociedad y traen a sus familias para tener la vida próspera que el monarca absolutista de Marruecos o de otros países antidemocráticos no les permite. No, el problema no existe con el inmigrante que se integra en la cultura y sociedad española y sigue practicando la suya en el marco del Derecho español y los principios y valores democráticos. El problema está en el que pretende imponer su cultura y sobre todo aquello que es incompatible: los delincuentes y agresores sexuales.

La existencia de un porcentaje de inmigración delincuente o, dicho de otra forma, la delincuencia importada, es una amenaza que nos afecta a todos: españoles de origen, extranjeros nacionalizados y extranjeros integrados. Y es que los datos estadísticos, teniendo en cuenta la proporción que ocupan en el censo, son demoledores, como sucede por ejemplo en Barcelona con los hurtos y robos con violencia, e incluso con las agresiones sexuales a nivel nacional con particularidad en las acciones en manada. Por otra parte, algunos de los centros de Menas gestionados por las autonomías reportan problemas de seguridad ciudadana, como por ejemplo en Navarra o en Alcalá de Henares. Esto, sin duda, es lo políticamente incorrecto. Por supuesto, sería necesario un análisis más preparado para determinar el por qué de esta relación en la que probablemente influyan variables que en realidad no cumplen la mayoría de extranjeros inmigrantes que residen en España pero que sin duda producen perjuicios considerables. Me refiero a condiciones de profunda desintegración con la comunidad democrática y social de España, vinculación a culturas o subculturas nocivas despreciativas hacia la mujer (no menos importante) y carencia total de recursos para subsistir. Y en estas tres variables, la entidad responsable es la misma: el Gobierno de la Nación y su falta de responsabilidad por no aplicar un modelo inmigratorio más regulado y controlado, a pesar de que le encanta intervenir en absolutamente todas las esferas de la vida económica, social y cultural. La cuestión, a priori, es clara: se debería deportar a todo aquél que cometiese delitos penales y no dejar  ni entrar a aquellos que ya traigan su "mochila". Pero lamentablemente, una izquierda que tarda poco en sacar la carta de la solidaridad, la del "fascismo de ultraderecha" y el mantra de que "huyen de la guerra" ha contaminado buena parte del discurso del PP incurriendo en el buenismo. No hay que olvidar, por cierto, el atentado yihadista cometido en 2021 en una pedanía del municipio, en Roldán.

Sin embargo, el que no se gestione la inmigración como una política pública compleja no sólo tiene como efecto que se tenga manga ancha tanto con la inmigración ilegal como con la inseguridad vinculada a la misma, sino también el problema de que grupos de ultras aprovechen para encender la mecha e incitar al odio no contra los delincuentes sino directamente contra el inmigrante. ¿Les suena esto a algo? ¿No les suena al señalamiento contra todos los hombres por parte del feminismo institucional que tanto daño está haciendo enfrentando a hombres y mujeres y entre los mismos sexos? ¿O a la estigmatización de todo el personal de la Iglesia Católica por los casos de abusos sexuales? Pues la misma injusticia es, le pese a quién le pese. Y nadie me va a bajar de ahí. La generalización injusta e interesada para pretender imponer un relato no es sino una narrativa falaz, peligrosa y antidemocrática. Igual que creer que todos los que voten a Vox o sean cercanos a él como Revuelta son fascistas o nazis o deban ser aislados sin distinción alguna según Cristina Fallarás. Además, esta reducción al absurdo contribuye a intentar desacreditar las manifestaciones y movilizaciones pacíficas de protesta de los vecinos afectados durante tantos años. Y más absurdo es incurrir en el viejo mantra clasista de "¿quién desempeñaría los trabajos manuales menos pagados?" cuando en realidad trabajan inmigrantes legales que no dañan la convivencia y, si es que existe explotación de sin papeles, ¿a qué esperan esos hipócritas "progresistas" para denunciarlo?

No puede obviarse que se han difundido muchos bulos, cuyo resumen puede leerse aquí. Se compartieron vídeos que no eran de la agresión, entre otras razones porque la víctima ni llevaba la camiseta que se veía. Se compartieron fotos de los cinco presuntos agresores, cuando ni tan siquiera se sabe cuántos eran. Incluso se inventaron una agresión similar en El Algar (Cartagena) que fue desmentida. Al margen de ello, durante este fin de semana se ha podido ver como, tras una manifestación celebrada el sábado por la mañana contra la violencia y por la seguridad, se ha degenerado en cacerías en las que españoles se han enfrentado a inmigrantes. Verdaderamente me ha causado mucha tristeza escuchar a algunas personas de mi edad o más jóvenes profiriendo a gritos unos mensajes de odio incalificables. También digo que no se sabe a ciencia cierta si existió algún tipo de provocación y falta contexto, pero sí se conoce que vino mucha gente de fuera y se han producido importantes altercados. En uno de ellos, se golpea el vehículo de unos inmigrantes machacándole la luna delantera y abollándole las puertas, echándole en cara que "se había equivocado de calle". Otro de los incidentes fue incluso reportado en directo por el comunicador David Santos y propietario del medio web La Bandera. Al parecer, un grupo de ultras había entrado en un establecimiento Kebab y produjo daños y destrozos materiales con una barra de hierro que mostraron. Lamentablemente, muchos de los comentarios del chat acusaban de simulación de ataque, cuando verdaderamente en ninguna cabeza cabría que hubiesen reventado su propio establecimiento negocio. Puede verse a partir del minuto 37 de ese vídeo en directo. Hasta el día de hoy lunes han sido detenidas 8 personas. Dos implicadas en la agresión, cinco españoles por disturbios y agresiones y un marroquí por el mismo motivo.

¿Y qué reacciones políticas existen ante todo esto? Pues desde el pasado fin de semana el Alcalde de Torre Pacheco pide sensatez y que el Gobierno les dote de más Guardias Civiles. En la misma línea se ha declarado López Miras, si bien los partidos de la izquierda han aprovechado para señalar al PP y Vox, destacando al Ministro Marlaska e incluso mintiendo los regionales al señalar que el Gobierno regional no condenaba las acciones. Más le valdría a la izquierda mirarse un poco en el espejo y sobre todo a la más radical por un suceso concreto que recuerda a ellos. Resulta que un altercado específico que sucedió fue la "agresión" a un periodista de la Sexta que, en realidad, se refiere a que le cogieron el micrófono y se lo estamparon en el suelo. Exactamente lo mismo que han animado a hacer contra Vito Quiles personajes como el periodista Antonio Maestre o el ex-político, empresario y charlatán Pablo Iglesias que lo llevaron a la práctica o Lucía Muñoz (Podemos) que animó públicamente. También lo hizo en su día Ana Pardo de Vera con Bertrand Ndongo. Por lo que sea, a la Sexta sí le parece una agresión antidemocrática hacerlo contra ellos y denuncian por un micro que costó más de 600 euros. Sin embargo, cuando es a un calificado "pseudomedio" ya no le interesa recriminar la acción. En verdad, poco se habla del terrorismo informativo que retuerce una situación problemática para esconder una situación de la que la política tiene mucha culpa y la reduce a "vecinos xenófobos". Otro ejemplo lo representa El Diario.es, que apunta directamente al PP acusando al Alcalde de no tener datos cuando obviamente las circunstancias de la inseguridad en Torre Pacheco las conoce de buena mano la Policía Local y los vecinos desde hace años. El problema existe, mucho antes de la agresión del 10 de julio.

Como puede verse, interesa más la lucha política y el relato que la solución del problema. Tan absurdo y estéril es recurrir al mantra de la ultraderecha para tapar la inseguridad que causa parte de la inmigración y que no desparece porque acudan radicales a liarla como a disculpar a estos porque supuestamente vienen a salvar al pueblo. No. Esa gente no viene aquí a resolver nada sino lo único que hace es prender la mecha. Ahora bien, ¿quién los dirige? no tengo tan claro como los socialistas y sus socios de que sea Vox, si bien como ya mencioné recientemente la política de comunicación de este partido está muy poco trabajada y además choca con las manipulaciones y bulos de la izquierda. Esos bulos que al parecer son los permitidos y que pocas agencias de verificación se atreven a contrastar. Ahora bien, si tengo que hacer referencia a alguien externo que hace tiempo que está siendo una sombra de lo que fue y que no demuestra ser el lápiz más afilado del estuche, ese es Dani Esteve. Mensajes como este son peligrosísimos y no ayudan a nada. En cambio, David Santos, Rescue You y mañana Vito Quiles han venido o vendrán a comprobar la situación y a hacer periodismo alternativo sin agitar a los vecinos. Por otra parte, sospecho que como "grupos ultras" se está intentado añadir sibilinamente otra vez a Revuelta, asociación simpatizante de Vox a la que la izquierda no le perdona haber ayudado sin ningún tipo de distinción durante la DANA de Valencia, equiparándola injustamente con Hogar Social Madrid que claramente sí responde a ser una entidad ultra y discriminatoria.

En definitiva, ¿qué hay que hacer para parar esto? hay mucho trabajo por delante y lo primero pasa por replantearse el modelo inmigratorio. Como ya dije, echen por lo menos un vistazo a Meloni en Italia. Ha de ser consensuado por los partidos mayoritarios, pero es muy difícil cuando están sujetos a las influencias de los populismos. Pero no vale con cerrar el grifo como reducir incentivos que inducen a un efecto llamada y saber cuándo y cómo hacerlo, sino tratar de asegurar la integración de los inmigrantes que vengan. No favorecer ni promocionar guetos. No extender la nacionalidad así como así. Saber aplicar la mano dura cuando toca y expulsar a los que delincan, muy especialmente a los que infrinjan el Código Penal. Porque aquí en España, en Murcia, en Torre Pacheco y en cualquier otra localidad queremos gente que aporte, sume en la convivencia y se esfuerce por integrarse sin necesidad de renunciar a su cultura en lo compatible con los valores occidentales democráticos. Tampoco queremos que la gente desinformada incite al odio al extranjero, porque eso ya no es racismo sino directamente xenofobia. No puede generalizarse gratuitamente contra el inmigrante al igual que el feminismo institucional contra el hombre. Sin embargo, parece muy difícil y más que nunca poner de acuerdo a los partidos mayoritarios. Y es que lo peor y por encima incluso de los ultras y los inmigrantes delincuentes son los políticos que usan a un bando para exhibir su relato político. Y no es ya que el problema público se hace bola de papel y no se ataja, sino que además se usa para desviar la atención de las noticias estrella del momento: la corrupción de mordidas del PSOE y los negocios de la prostitución de los que se habría beneficiado el Presidente del Gobierno.

(fuente de la foto: La Opinión de Murcia)

miércoles, 9 de julio de 2025

La Oposición en España: puntos débiles y qué mejorar para una alternativa eficaz

Respecto a política nacional, suelo hablar más del Gobierno de España por razones obvias, que son básicamente el hecho de que ostente el poder (y cada vez más por razones formales y fácticas) y su entorno de corrupción generalizada que se está extendiendo y que parte desde el propio PSOE. Sin embargo, es preciso echar un vistazo a la situación de la oposición que es la única que puede desalojar a uno de los ejecutivos más infames que se recuerda en la historia democrática de España que va a cumplir 50 años en 2026. Actualmente son el PP y Vox. No cuento al partido populista SALF, aunque muy probablemente colará al menos un diputado, por su tufillo pro Putin y sobre todo por su ausencia total y absoluta de un programa político. Con todo, echo mucho de menos al último partido al que pertenecí, Ciudadanos. Es más, estoy convencido de que este lamentable escenario de corrupción y polarización máxima sería el más propicio para que Albert Rivera y su equipo alcanzase la presidencia del Gobierno. Es muy triste que la gran oportunidad haya venido desacompasada y hoy día el partido naranja no sea ni una sombra de lo que fue en su día. Dan ganas de llorar sólo de pensar lo que tenemos para expulsar al autócrata de Sánchez, pero... ye lo que hay. En fin, entremos en materia.

El PP tiene a un líder que en Galicia obtuvo varias mayorías absolutas, pero que trasladado al contexto nacional no parece capaz de exportar ese carisma. Es cierto que no le ha costado mucho superar a un Pablo Casado absolutamente desubicado en su momento, que llegó a hundir al partido en los 66 escaños y enterró su carrera política por un pulso perdido con Isabel Díaz Ayuso y una polémica con su hermano que se desmontó en segundos. Fue en 2022 cuando Casado y Egea se tiraron a la piscina sin agua y Alberto Núñez Feijoo cogió el testigo. Personalmente, no me parece un líder inteligente para nada, sino que tira del argumentario de siempre del PP y va a remolque del hundimiento de la credibilidad del gobierno Sánchez. En cambio, Ayuso sí que encarna al antiSanchismo, lideró una gestión alternativa del COVID que se refrendó en dos mayorías absolutas y es un verso suelto en el PP con muchos adeptos incluso fuera de habituales votantes. Algo similar es la excelente oradora Cayetana Álvarez de Toledo, pero en un plano de popularidad más secundario. No es menos cierto que Ayuso es detestada en mucha mayor proporción por la izquierda en comparación con Feijoo y eso normalmente suele ser algo más positivo que negativo, más allá de las mentiras que se han dicho sobre ella asumiéndole la responsabilidad de un número de muertes en las residencias de Madrid que controlan tanto como ignoran las del resto de 49 provincias de España. Por el contrario, Feijoo no se atreve a cuestionar muchas de las políticas socialistas (como las del feminismo impostado y el modelo inmigratorio) como tampoco el creciente gasto público, definiéndose falsamente liberales cuando ni tan siquiera lo cumplen reduciendo impuestos y ya no digamos desde la perspectiva social. Y lo que es más, que tampoco están para dar muchas lecciones contra la acaparación del poder y la corrupción a pesar de que los socialistas tienen más experiencia y les superan en ese sentido.

VOX por su parte sigue teniendo la misma cabeza que le dirige desde 2019 que fue su momento de eclosión, cuando la llegada del "Frankenstein" de Pedro Sánchez y su banda tras la moción de censura exitosa de 2018. Seis años parece mucho tiempo para alguien como Santiago Abascal que todavía no ha llegado a ocupar puestos de gobierno. Si bien Aznar y Rajoy tardaron 7 cada uno, en el caso de este partido estamos hablando de una formación estrechamente (y tal vez demasiado) ligada a su líder siendo el más valorado entre los votantes propios. Al margen de ello, en el desarrollo del relato supieron ganarle el pulso a Ciudadanos como partido alternativo por su marca ideológica mucho más definida y robusta, que además fue impulsada y favorecida por la creciente polarización política. 

Además, han contado con la labor de portavocía mediática o comunicación externa de muchos influencers en plataformas de YouTube y Twitch que simpatizan y difunden el mensaje de VOX y sus cargos. Sin embargo, pese a la ayuda de los creadores de contenido, los dirigentes del partido no han sabido modular una mejor estrategia de comunicación interna para desacreditar las acusaciones de "extrema derecha" y ni tan siquiera se han esforzado en dar motivos para desmontarlas, puesto que han sacrificado la vertiente liberal (ejemplo Iván Espinosa de los Monteros) para centrarse en la nacional-conservadora (por ejemplo Jorge Buixade), que consiste en aplaudir todo lo que haga Donald Trump y demonizar a la Unión Europea cuando el problema son los burócratas de Bruselas. Es decir, al igual que en España el problema no es la propia España sino su Gobierno nacional. En varias ocasiones han invitado al presidente de Argentina Javier Milei, pero su política liberal libertaria y su brillante gestión económica no tienen nada que ver con VOX y flaco favor, de hecho, le hace a éste el relacionarse con los conservadores españoles. Sólo se parecen en que se oponen al socialismo, que no al intervencionismo que siguen defendiendo los de Abascal.

El PP no ha podido hacer con VOX lo que logró años antes con Ciudadanos, porque ni tan siquiera se ha esbozado mínimamente el escenario propicio para ello: se aprovecharon de un partido próximo en términos programáticos pero en barrena, con descenso súbito de confianza en el electorado, débil de ideología por ausencia de banderas claras y fuertes, una calamidad en términos de comunicación, con una pésima estructura organizativa interna, dotado de un reducido equipo de palmeros frente a una enorme cantidad de militantes desafectos y para colmo sin populares creadores de contenido que los apoyasen. Los azules tan sólo fueron ordenadamente contactando con naranjas de toda España gracias a peones contratados como Fran Hervías y Emilio Argüeso, recuperando en buena parte a antiguos militantes o simpatizantes del PP. Frente a un partido en evidente descomposición y decadencia, el PP les ofrecía la seguridad de una continuidad o lo que es más, un puesto público que no habían podido alcanzar en Ciudadanos. Y de ahí, tirar de argumentario de "se transfugó el partido", y "me voy para no sacrificar mis principios". Esta humillante operación se efectuó por fases para dar la impresión al millón y medio que quedaba de votantes que CS era un partido muerto y que "la casa común del centro derecha" era el PP. Pues bien, todo eso con VOX no les vale.

Así que el PP no tiene más remedio que entenderse con VOX si quiere tener alguna oportunidad de gobernar, a pesar de que los de Abascal no cesan de disparar al PP por motivos electoralistas. La vía moción de censura ya sabemos muy bien que es un instrumento más parecido a garbillar agua que otra cosa. Ya se intentó en dos ocasiones por parte, precisamente, de los conservadores con sendos fracasos: en 2020 tras el confinamiento con Abascal como candidato y en marzo de 2023 con el independiente Ramón Tamames, a 4 meses de las urnas. En los dos casos, los únicos votos favorables fueron los de VOX y en realidad los números no daban ni votando el PP ni los que quedaban de CS (9 más un tránsfuga). A día de hoy es imposible una moción exitosa porque los partidos independentistas PNV y JUNTS se cierran a cualquier posibilidad de investir a Feijoo al entrar VOX en la ecuación.

En términos electorales, los de Abascal siguen siendo una opción más que visible para un electorado que posiblemente sea el más fiel de los actuales partidos en liza. Y es porque han tenido éxito en vender sus banderas ideológicas: lucha contra el feminismo institucional, la inmigración ilegal, la inseguridad en términos generales, la agenda 2030 de la ONU y el sector agrícola y primario como pilar económico frente a las regulaciones de la UE. Además, dentro de los jóvenes está teniendo más capacidad de simpatización que el PP, entre otras cosas porque ya no se creen el cuento del feminismo institucional que a día de hoy no busca ningún tipo de igualdad sino que a los hombres los señala y a las mujeres les sustituye el "dueño", pasando de ser hombres a ser otras mujeres. Ahora bien, existiendo importantes aspectos de debate en cada una de las áreas mencionadas, el PP hace tiempo que tiró la toalla con la batalla cultural y es sin duda lo que ha favorecido que su adversario más cercano sea más rival que socio. Entre eso y las experiencias pasadas con Ciudadanos, el PP entiende que en la medida de lo posible le es más rentable forzar a un gobierno autonómico o nacional de carácter monocolor, sin coaliciones de ningún tipo. Es decir, el mismo discurso que tuvo López Miras en Murcia. Pero, obviamente, para ello el PP debe de estar mucho más fuerte electoralmente que hace dos años. Pues aún con el importante crecimiento al absorber CS, todavía se quedó a cuatro escaños de Moncloa al no lograr sumar sólo con VOX. Por tanto, algún movimiento que otro tendrá que hacer el PP para que su credibilidad de pedir votos sin sillas tenga el sustento de que la aportación aritmética de VOX sea proporcionalmente mucho más pequeña.

A mí modo de ver, tanto PP como VOX deberían renovar sus estrategias comunicativas y  replantearse tanto sus liderazgos como si merece la pena encerrarse en sus nichos. Sobre lo primero, esta semana se han manipulado las declaraciones de uno y otro. Respecto al PP, se extendió el bulo de que estaban dispuestos a repetir elecciones si VOX exigía puestos de gobierno, cuando en realidad sólo dijeron que negociarían y sumarían con estos sin ofrecerles carteras ministeriales. Una vez más, tuvo que salir Ayuso a poner orden ante el enésimo fallo comunicativo del PP. Sobre VOX, se manipularon unas declaraciones sobre expulsión de inmigrantes ilegales que cometiesen delitos extendiendo a ocho millones de personas. Sin embargo, fue favorecida esa distorsión por una desafortunada comunicación de Rocío De Meer. Teniendo mucho razón en el fondo que señalan sobre el problema de UNA PARTE de la inmigración, su comunicación resulta ser pésima. Sobre todo, lo que menos ayuda es usar el término "invasión" que suena enormemente racista si no se contextualiza adecuadamente y se da pábulo en las RRSS. Y ya no digamos de lo de "religiones raras" que introdujeron como uno de los parámetros para expulsar a inmigrantes legales con nacionalidad o no.

Tengámoslo claro: dar batalla cultural no es responder a un radicalismo de extrema izquierda con otro radicalismo aún en términos lingüísticos, si bien tampoco la tibieza es la solución. Es el caso del PP, que se limita a señalar que no está a favor ni de la inmigración masiva ni de las deportaciones masivas, todo para quedar bien con todo el mundo sin aportar qué haría. Al mismo tiempo, mira para otro lado (como Moreno Bonilla) ante la inseguridad que crean los centros de Menas, que no puede extenderse a todos pero sí a ciertos donde se sabe (cuando no oculta) que se han atacado a mujeres. El camino lo señala Giorgia Meloni presidenta italiana cuya política de inmigración ha sido aplaudida por varios países de distinto color gubernamental y lo que es más llamativo, incluyendo a la Comisión Europea. Incluso el escritor Arturo Pérez-Reverte se rindió ante un discurso suyo que ha ofendido a la izquierda pro inmigración masiva, así que más motivos para aplaudir a la italiana.

Respecto a los nichos, el PP cuenta con una ingente cifra de fieles que son mayores de 65 años al igual que el PSOE y que seguirán votando pase lo que pase. Que sólo quieren que se les pague y suba su pensión, aunque no tengan ni la mitad de gastos que tiene un trabajador o un autónomo a los que se les fríe a impuestos tanto directos como indirectos. Y estos últimos no están muy contentos con el PSOE pero tampoco con el PP, contribuyendo el bipartidismo al desequilibrio y conflicto intergeneracional y rematando con una juventud que encuentra imposible acceder a una vivienda. Más le valdría al PP escuchar más a los jóvenes y preguntarse por qué VOX les quita terreno. Sobre si Ayuso sería mejor candidata que Feijoo, no me cabe ninguna duda, si bien no es menos cierto que como reacción colateral podría reactivar el voto de la izquierda como ya lo hizo con la derecha Pablo Iglesias. Además, sigue "pecando" de defender buena parte de la tibieza clásica del PP. Y es que una cosa es ser de centro y otra caer en el denominado "buenismo", que no es rehuir deliberadamente de las matizaciones y grises en políticas en las que tienes miedo de ofender. Justo lo que pasa con el sistema de pensiones.

En cuanto a VOX, aparte de que considero que debería de aprender a caminar sin Abascal o como mínimo renovar sus caras si quiere continuar creciendo, máxime cuando ya han desaparecido muchas relevantes como Macarena Olona e Iván Espinosa, sigo pensando que ha descuidado el libre mercado fomentado por la UE en pro del proteccionismo nacionalista que disfraza de "patriotismo". En ese concepto introduce a todas sus banderas cuando la realidad es más compleja que eso. Todos somos españoles, pero no por ello hay que comprar y consumir todo lo que se produzca en nuestra tierra que nos interesa otro tipo de prestaciones, más calidad o más barato. Y los aranceles de Trump, sólo con sus continuos anuncios, lo que hacen es distorsionar el mercado. Otras referencias internacionales del partido son Viktor Orban y Mateo Salvini, dos pájaros que coquetean ambos con Putin y el último con los independentistas catalanes.

En definitiva, PP y VOX parecen cómodos a remolque de todo lo que está sucediendo de noticias continuas de corrupción y escándalos del PSOE y todo el entorno de Sánchez: su hermano David Sánchez imputado por tráfico de influencias y prevaricación, su esposa Begoña Gómez por tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo profesional, el ministro Bolaños acusado de falso testimonio y malversación, su Fiscal general del Estado Álvaro García Ortiz por revelación de secretos, sus dos últimos secretarios de organización (José Luis Ábalos y Santos Cerdán) por pertenencia a banda criminal, cohecho, tráfico de influencias y malversación, el adjunto Francisco Salazar acusado de acoso sexual, etc... y no parecen más que confiarse con las encuestas de medios de comunicación más afines a sus programas que, como es lógico, están infladas de participación de lectores que sin duda son opositores al Gobierno actual (como es mi caso) pero que no reflejan una realidad segura. Y lo sucedido en 2023 se puede volver a repetir cuando haya comicios sea este 2025, el año que viene o en 2027 como está previsto en teoría. 

A mí no me generan confianza ni Feijoo ni Abascal, ni PP ni VOX y no tengo ninguna ilusión por votarles. Pero ante la desaparición de Ciudadanos y la existencia de un Gobierno, como digo, infame, sólo me queda elegir una papeleta entre ellos y votar con la nariz tapada. Otros muchos no lo harían, así que mejor dejen de ejercer una actitud pasiva disfrazada de trabajo que no es tal y céntrense en mejorar por el bien real de España. Que sí, que lo importante es echar a Sánchez y a su banda para siempre y no queda más remedio que votar a estos, pero eso no quita que todo lo que necesita España y su democracia tampoco lo encarnan ni el PP ni VOX a día de hoy.

Fuente de la foto: RTVE Noticias.