Lo último ha sido anunciar un paquete de ayudas económicas de nada menos que 125 millones de euros a los medios de comunicación siendo la mitad destinadas a la prensa escrita entre los que destaca por ser el más leído El País. El diario que todo sabemos que ha sido y es pionero y adalid en la defensa y promoción de los gobiernos socialistas y más en particular en los últimos años con Pedro Sánchez. Pues bien, esta mencionada partida supera en 25 millones de euros la previsión inicial establecida en el famoso "Plan de acción por la Democracia del Gobierno de España". Y es que dado el cariz de los acontecimientos y el desarrollo de las investigaciones de corrupción habiendo imputado a la esposa del Presidente, al hermano del mismo, al ex número 2 Ábalos y al Fiscal General del Estado, les habría resultado insuficiente.
La excusa de esta cuantiosa inversión económica es para ayudar a todos esos medios que no habrían podido (supuestamente) adaptarse a las nuevas realidades y modernidades tecnológicas. Ese punto de partida es sin duda muy peregrino, pues hace ya bastantes años que todos los diarios escritos han trasladado buena parte de sus noticias a su web digital e incluso con suscripciones para generar ingresos adicionales y de paso asegurarse un público permanente. Lo que está detrás, sin duda alguna, es volver a usar el dinero público como herramienta para controlar y domar a la prensa (incluyendo además una cantidad destinada a préstamos), potenciar a la afín, penalizar a la que no responda al imperativo de docilidad y en definitiva mantenerla a raya para avanzar en su cruzada. Impulsando económicamente a aquella prensa servil y protectora frente a otros medios digitales sustentados por empresas pero que no le deben nada a ningún gobierno.
Sin embargo, tenemos que seguir soportando que se repita la matraca de que nuestros impuestos van destinados a Educación, Sanidad y obras públicas. Que es de muy españoles y mucho españoles pagar los impuestos más altos posibles, que eso el auténtico patriotismo. Si en nombre del Feminismo se han dilapidado y dilapidan millones y millones de euros de nuestros impuestos, no lo es menos en nombre de la Democracia, reconvertida a entelequia en el diccionario pedrosanchista que va creciendo cada día alimentado por un relato que tan sólo se creen sus palmeros y estómagos agradecidos. Entre los cuales, como no, destacan los que directamente se embolsan un sueldo gracias a ellos. Gracias a seguir al pie del cañón como fieles escuderos.