Recientemente, hemos sabido que el Tribunal Constitucional, que está compuesto por una mayoría de jueces designados a dedo por los partidos que sustentan al Gobierno de España, ha resuelto favorablemente los recursos de amparo de varios de los condenados por el caso ERE. Un caso de corrupción que tanto la Audiencia Provincial de Sevilla como el Tribunal Supremo condenaron tras cientos y cientos de folios de instrucción penal, años de investigación y declaraciones así como hechos probados, por razones procedimentales. Estas sentencias no convierten a estos pajarracos en absueltos como Magdalena Álvarez, Carmen Martínez Aguayo, Miguel Ángel Serrano, Francisco Vallejo, Antonio Fernández y próximamente Griñán y otros más. El criterio de esos siete comisionados del PSOE ha sido que la malversación no existe porque el convenio estaba basado en una Ley de Presupuestos y no podían ser conscientes de que se pudiera estar cometiendo malversación. Con un par.
Esta cascada de recursos ha sido aprovechada para cargar contra la oposición y amenazar con denunciarla por calumnias y, atención, odio. ¿Acaso no se han dado cuenta de que no existe el delito de odio sino de incitación al odio y se refiere a categorías especialmente protegidas por ser muy susceptibles de discursos de discriminación?
Pero es que, en realidad, esto es un segundo plano, un marco de fondo para el escándalo actual que existe con Begoña Gómez (esposa del presidente Pedro Sánchez) que fue llamada a declarar en el caso de presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios. Su declaración pública fue suspendida inicialmente porque supuestamente no se le había notificado electrónicamente, acusando de indefensión, cuando en realidad era porque faltaba tramitar una de las denuncias interpuestas. Se iba a celebrar el pasado viernes 5 de julio y se grabó ese breve momento a pesar de que había solicitado que no lo hicieran, exoneración que tampoco tuvo lugar con otras personas como Iñaki Urdangarin, esposo entonces de una infanta real. Tendrá que volver el próximo 19 de julio, una vez que se ha librado de comparecer el 15 al recuperarse "de repente" su socio Carlos Barrabés que inicialmente iba a declarar telemáticamente.
Barrabés es el que figura como nexo entre Begoña y Globalia, una empresa vinculada a Air Europa que fue rescatada por el Gobierno. En noviembre de 2020 y con un representante de la empresa que a la sazón era el cabecilla de la trama Koldo que investiga la Audiencia Nacional - Víctor de Aldama -, tuvieron intención Begoña y Ábalos de planear un viaje frustrado por el Covid cuyo leit motiv eran negocios. También constan empresas del entorno de Barrabés con cartas de recomendación firmadas por Begoña con carácter previo a concursos en los que participaron. Además, también fue el ideólogo de una cátedra de la UCM sobre la que existen muchas dudas de la legalidad de su tramitación, dado que fue promocionada por el Rector 37 días antes de que la esposa del Presidente del Gobierno fuese nombrada directora y lo que es más, ella la dio de alta en el Registro de la Propiedad cuatro meses antes.
Mientras tanto, con la ayuda de su equipo de opinión sincronizada (en adelante EOS), se han dedicado a hacer señalamiento de los denunciantes por ser de extrema derecha (y eso que Manos Limpias llegó a denunciar y a sentar en su banquillo en su momento a la infanta Cristina) y a orquestar una cacería contra el juez Juan Carlos Peinado. En primer lugar, cuando surgió el escándalo, afirmaron que la UCO de la Guardia Civil había informado que no existían vínculos entre la entonces investigada (ahora imputada) y Globalia, señalando a Javier Hidalgo y no a Barrabés y que a su juicio no existían indicios de delito. Pero lo vergonzoso y patético ha sido acusar al Peinado de tener dos DNI diferentes y con varias propiedades. Una de dos, o esos mercenarios disfrazados de periodistas son bobos o les encanta mentir para complacer a sus amos. No podían pararse a pensar en que fácilmente podrían tratarse de dos personas absolutamente diferentes pero compartiendo nombre y apellidos, sin tener nada que ver con ellos. El ridículo que hicieron El Plural y otros periodistas en televisión ha sido de antología.
Las investigaciones que están publicando medios no alineados con esa estrategia de defensa popular de Begoña Gómez y su marido, como El Confidencial, están publicando informaciones que denotan que la imputada no sólo estaría implicada en los hechos de los que se le acusan, sino que además habría mentido deliberadamente antes y después. Y mientras que la Fiscalía General del Estado, a las órdenes de Moncloa, está insistentemente intentando desactivar el procedimiento judicial, la Fiscalía Europea está interesada en este tema por el impacto en los fondos europeos.
A esto se le une otro escándalo, el del cuñado de esta señora y hermano del presidente, David Sánchez, al que un juzgado de Badajoz le investiga por presuntos delitos de malversación, prevaricación, fraude a la Seguridad Social y tráfico de influencias (casi nada). Este señor no habría estado asistiendo a su puesto de trabajo en la Diputación, concretamente en el Conservatorio de Música sin tener concedido el teletrabajo y encontrarse en el extranjero. Concretamente en Portugal, donde habría fijado su domicilio y residencia fiscal tras incrementar su patrimonio en un millón y medio de euros de 2019 a 2021, justo antes de marcharse. ¿Estamos hablando de un presunto delito de blanqueo de capitales?. Porque se desconoce a la luz de la investigación preliminar de sus bienes y percepciones de dónde habría obtenido tanto dinero. En el día de hoy, como indica la noticia del enlace, la UCO de la Guardia Civil ha procedido a examinar la documentación administrativa obrante.
El PSOE, sin ningún género de duda, está demostrando que le importa entre poco y nada la democracia y la corrupción, sino protegerse a sí mismo y por ello ha asumido los discursos más peligrosos y totalitarios de la extrema izquierda de Podemos. Apuntar y atacar a la prensa y a los jueces, hablar de conspiraciones, exponer una visión radical de toda la oposición, victimizarse y anunciar supuestas medidas de regeneración que sólo reforzarán su posición son las señales de ello. Porque por mucho que hable de "Fachosfera" y critique a los poderes que aún no controla del todo que son la prensa (el llamado "cuarto poder") y el Poder Judicial, precisamente lo que está haciendo es aprovechar la parte de ellos que sí que domina cuando no mantiene domesticados como la mayoría del Tribunal Constitucional, la mitad del Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía General del Estado, RTVE, La Sexta, El País, Cadena SER, Público y otros para tratar de aplastar toda oposición y arrinconarla en el otro extremo.
Permanecer impávidos ante esta situación es ser cómplices de ellos.
Fuente foto: Europa Press.