Transcurridas las largas vacaciones de Semana Santa en las que los responsables de negociación de los cuatro partidos políticos con mayor representación en el Congreso pactaron un descanso de 21 días, se han retomado los contactos sin resultados positivos hasta el momento. El Rey Felipe VI ha comunicado a Patxi López que los días 25 y 26 de abril tendrá lugar la tercera y última ronda de consultas. A no ser, evidentemente, que se llegue antes a un acuerdo. En estas fechas, el Rey tendrá que tomar la última decisión. Si proponer a un candidato que en todo caso vaya a contar con apoyo o bien declarar rotas las negociaciones y convocar nuevas elecciones generales para junio.
A Podemos está claro que no le interesa la presencia de Ciudadanos aún apoyando. Lo primero es que sus propuestas "estrella" no van a ser aceptadas, al tiempo que en el pacto firmado por PSOE-C's existen aspectos que han sido criticados duramente aún desinformando sobre ello. NO existe ninguna concesión al despido libre en la nueva modalidad contractual, por poner un ejemplo. De todas formas, las reticencias entre los dos partidos se quedan en nada comparado con el veto categórico de Iglesias a que Ciudadanos forme parte por la existencia del pacto previo PSOE-C's. Es decir, en todo caso ese texto debería de desaparecer para presidir el de Podemos y C's aparecer como un actor al que ni tan siquiera se le pediría votar afirmativamente, sino tan sólo abstenerse y no bloquear. A esto le llamo lucha de egos planteada una vez más por Iglesias. Presentaron un documento con
una serie de "cesiones". Pero esas cesiones son un parche sin compromisos auténticos (establecer la subida del salario mínimo en 950 en vez de 900, renta básica de 600 a 500 euros sólo para el primer año, revisión previa sobre la posibilidad del copago farmacéutico, flexibilizar el incremento del descanso de paternidad, 62.000 millones de euros en vez de 96.000 de gasto público, reducción del déficit del 2,5% al 3%, recaudación fiscal del 4% al 3% del PIB, de 5 a 10 años de servicios para pedirse excedencia voluntaria en la función pública, reforma electoral sin ser la Comunidad Autónoma la circunscripción, puertas giratorias de 10 a 5 años...). Algunas de ellas parece como si se quisiera perdonar la vida con modificaciones anecdóticas y otras
son de chiste. Especialmente la del referéndum catalán en la que se remiten a una mesa de negociación entre ECP y PSC y a acatar el resultado de la misma. ¿Pero esto qué es? Pues una forma de reírse en la cara del PSOE y de C's. Total, que
a sabiendas han presentado una oferta inasumible.
Mientras tanto,
Podemos ha ido acumulando escándalos. Como el de
Bódalo, el miembro del SAT y concejal en Jaén que agredió a un socialista y ha sido condenado a cárcel. Pero no sólo por el puñetazo y las amenazas, sino también por antecedentes. Pero sobre todo el tema de
la investigación por la UDEF de su financiación externa del gobierno venezolano de Chávez. O mejor dicho de la fundación del Centro de Estudios Políticos y Sociales. Un documento con la firma del ex presidente y citando expresamente los nombres de Juan Carlos Monedero, Pablo Iglesias y Vestringe como defensores del chavismo y con la intención de extender los tentáculos de este peligroso populismo en España. El país más odiado por este abominable régimen en Europa. Además, el Tribunal de Cuentas también lleva este caso. Y para los "listos" como los redactores de Público o El Diario que promueven que todo es un complot del PP, esta misma mañana ha detenido la policía al Alcalde de Granada y una concejala en el marco de una investigación por corrupción a instancias de la propia UDEF. Otras historias de Podemos han sido la callada por respuesta ante la situación de
preso político de Leopoldo López mientras se atreve con la mayor desfachatez a declarar a
Otegui como preso político al salir de la cárcel. También las luchas internas con las sinceras declaraciones de
Carlos Jiménez Villarejo aludiendo a que a Podemos le interesa más el poder que el cambio y l
a destitución de Sergio Pascual como secretario de organización. Curiosa esta en la que le agradece el trabajo prestado y al mismo tiempo habla de "deficiente". Echenique le ha sustituido.
Repetir las elecciones puede costar
192 millones de euros. El bipartidismo se ha caído, pero esta crisis política ha sacado a relucir otro mal que es el de la escasa voluntad y capacidad de negociación de algunos partidos. Especialmente el caso del PP, que lleva todos estos meses presentándose como la víctima cuando fue el primero en apartarse. Habiendo tenido más votos, lo normal es que trate de hablar. Lo fácil es ver los toros desde la barrera y quejarse de que el resto quiere hacer un "pacto de perdedores".
El PP JAMÁS ha tenido intención de negociar con nadie para gobernar, como tampoco ha cedido Rajoy en ningún aspecto. No ya de quitarse de en medio y que otro candidato desencalle la situación. No. Los únicos que han presentado un acuerdo firmado son PSOE y C's. Y al propio PP le interesa más que a nadie que se repitieran elecciones, pues sabe que puede jugar con la baza de la amenaza de un gobierno alternativo de muchas cabezas y que aquellos que votaron a Ciudadanos o se abstuvieron vuelvan a decantarse por el PP. Y ello pese a que los casos de corrupción se siguen acumulando (Valencia, Granada, etc...). Porque mal que nos pese hay gente que aún con ello les sigue votando. El suelo del PP ya se tocó en diciembre. Más bajo no se puede caer, sino en todo caso subir. De ahí que el inmovilismo y la exhibición como víctima parezca funcionarle. Pero hay que despertar y castigarles como se merecen. Aunque, con todo, hay personas dentro del PP que no se sabe si por provocar han manifestado s
u visto bueno al acuerdo PSOE-C's e incluso propuesto un
presidente de "consenso" como Felipe González. Y lo sorprendente es que ha venido de la misma persona: Esperanza Aguirre.
Tras las fallidas reuniones de los tres partidos,
Iglesias someterá el acuerdo PSOE-Ciudadanos a sus bases para los días 14 a 16 de abril, dándose a conocer los resultados el día 18. Las preguntas son si se aprueba ese pacto y si se estaría de acuerdo en apoyar la propuesta de gobierno de Podemos. Pero ambas son preguntas retóricas, ya sabemos de antemano lo que dirán sus bases. Que, todo hay que decirlo, como en las de los demás partidos son las que votan en las elecciones. No las que negocian. Puesto que ahí entran en juego aspectos muchos más técnicos y complejos que no todos tenemos que conocer al dedillo. De ahí que nombremos representantes que los consideremos más preparados.
Albert Rivera lo tiene claro. Primero, las 20 medidas que presentó Podemos no eran inadmisibles por lo ridículas de sus cesiones y porque realmente
pretendía sustituir las más de 200 del pacto PSOE-C's, mucho más extenso igualmente que la primera propuesta de Iglesias en enero. Segundo,
no se puede confiar en Rajoy como presidente del gobierno. El tiempo de este presidente caducó y más después de la entrevista en Salvados que le hizo Jordi Évole en la propia Moncloa. Rajoy debe de retirarse e incluso se nota que en el propio PP lo están deseando. El líder de Ciudadanos ha demostrado realmente ser el único que ha tomado la iniciativa en las negociaciones y que consiguió un pacto real. Otra cosa es que no fuera apoyado por nadie salvo por Nueva Canaria. Pero era perfectamente asumible para más partidos. Y lo que propone Rivera es que el PP se sume a ese pacto y exista una amplia mayoría de fuerzas "constitucionalistas", pero implicadas en un cambio real y efectivo de consenso. Pero en el caso del PP no era el que gobernaba y en el caso de Podemos no podía meter a todos sus ministros. Aparte de que nunca le perdonaría pactar un gobierno sostenido por Ciudadanos aunque fuese con un programa de reformas muchísimo más extenso y estudiado. Aparte de que parece que cualquier ayuda a las empresas y a los autónomos es neoliberalismo salvaje. Cuando en realidad lo que hace falta es informarse un poquito. Y, a ese respecto, recomiendo la lectura del libro de Juan Ramón Rallo
Los 40 mitos de la economía española. Se puede estar o no de acuerdo con algunas ideas, pero este economista las argumenta muy bien.
