El relato. Antes de aleccionar a su entramado mediático, el Gobierno del PSOE es conocedor de que en los mecanismos no institucionales, es decir, en las redes sociales incluyendo a las plataformas de vídeo como YouTube o Twitch ha perdido completamente el relato. Y a este respecto su rearme es recurrir a términos simples, de contenido puramente ideológico pero muy sencillos de difundir como "Fachosfera" o "Manosfera", etiquetar de "bulos" a cualquier mensaje que critique sus políticas salvo los que ellos mismos se inventen, acusar de "fango" a los medios de comunicación no alineados con su discurso y atacar a los youtubers. Y ponen en la diana en especial a los que han decidido libremente situar su residencia física y no sólo fiscal en Andorra para evitar el pago de ingentes impuestos tanto como autónomo como persona jurídica.
No son pocas las ocasiones en las que se ha demonizado a los creadores de contenido insertando extractos breves, se les ha ridiculizado y jamás se les ha dado voz para defenderse. El llamado Real Decreto (normativa del Gobierno) de los influencers servirá ante todo para controlarlos y conocer a quién señalar, denunciar y sancionar sin más preámbulos, ya que se crea un registro para que todos aquéllos creadores de contenido que superen el millón de seguidores, si difunden EN España pese a que no no residan aquí. Esto contrasta con la intención de subvencionar a creadores feministas (fundamentalmente mujeres como Carla Galeote o Julia Salander) y dotarles de un servicio jurídico gratuito (seguramente para denunciar a gente de la "manosfera"). Esta nueva intervención se justifica en el contexto de "despatriarcalizar las redes", cuando en realidad están azuzando un hombre de paja.
En cuanto a las redes sociales, se ha optado por señalar a X (antes Twitter) por ser propiedad del empresario Elon Musk relacionado con Donald Trump y de ideas pro liberales económicas y anti wokistas. Desde los socios del Gobierno se impulsó y aprobó en el Congreso la idea de una "red social pública" que compita con las privadas y que obviamente tendría todo el control posible. Nada mejor para impulsar una propaganda usando dinero público desde fuentes no tradicionales y, por supuesto, controlar los mensajes que se difundan, restringir la libertad de expresión y promocionar mediante bots la información que sí interese difundir. Todo un sueño cumplido para Pablo Iglesias.
Para contrarrestar relatos contrarios en medios alternativos, han ejercido también una batalla contra los calificados "pseudomedios", que básicamente son los periodistas que emiten preguntas incómodas en el Congreso o en la calle como Vito Quiles y Rescue You de EDATV ó Betrand Ndongo de Perodista Digital. Mienten los socialistas cuando aseguran que los periodistas "irreverentes" se saltan los turnos y no los respetan, puesto que lo que realidad ocurre es que no se les deja intervenir, precisamente porque no les gustan las cuestiones que les hacen. Ante esas preguntas oportunas por muy incómodas que sea, sólo les queda lo de siempre, regulación y control tanto por Ley como a través del Reglamento del Congreso y retirar acreditaciones. Hace un año ya se anunció eliminar financiaciones, lo que contrasta con las subvenciones que paga el Gobierno a sus afines.
Las cortinas de humo. Muy vinculado al anterior y en connivencia con el siguiente punto, son los "moñecos" como dice el bueno de Pedro Herrero. No hay que olvidarse del famoso "pajaporte", que supuestamente se iba a instaurar en septiembre del pasado 2024 para obligar a suministrar el DNI a todo aquél que quisiese conectarse a páginas con contenido pornográfico. Todo esto en el marco de reducir las causas de que se hayan incrementado las violaciones y agresiones sexuales a consumir contenido porno. En cambio, no les interesa analizar en más profundidad qué factores culturales, sociales e individuales pueden estar detrás. Esos estudios pondrían en tela de juicio tanto sus políticas feministas como de inmigración, integración y reinserción.
Más recientemente se ha vuelto a aludir al intento de ilegalizar la prostitución, precisamente algo que no está legalizado y que contrasta una vez más con los escándalos de puteros andaluces con dinero público de los ERE y ahora con los trapicheos de Ábalos y Koldo. Esta vez será en septiembre cuando se plantee al Congreso con tal de desviar la atención.
Ya hablamos por aquí de los rentistas como chivos expiatorios del problema de la vivienda y de los "operadores privados" en relación con el apagón eléctrico, pero ahora uno nuevo son los "corruptores". A esa nueva construcción ha ayudado Gabriel Rufián tras una reunión con Sánchez habiendo sido comunicada en primera instancia por la vicepresidenta Pilar Alegría. Ponen el foco en las constructoras como si los políticos corruptos fuesen víctimas, como si los culpables fuesen otros por provocar y como si otras empresas de otros sectores no pudieran participar en ello, como las que suministraron las mascarillas en tiempo de pandemia e iniciaron toda esta investigación de corrupción que se retrotrae al momento en que volvieron los socialistas al poder tras una moción de censura (2018). La única que ha triunfado en la historia de la democracia estatal. Y era contra la corrupción del PP...
Por último, azuzar el miedo a que gobierne la ultraderecha es una suma de relato + cortina de humo. Primero, impone la visión del PSOE y sus socios como lo único bueno y preferible de forma incondicional a cualquier cosa, contribuyendo a fortalecer una visión de polarización. Y es que son ellos y no otros los que más han contribuido a la polarización de la sociedad española. Seguidamente, reducen todas las noticias de corrupción a una campaña orquestada por "la derecha mediática, judicial y policial" cuando no hablan directamente de "policía patriótica" dirigida por el PP, motivando e impulsando el descrédito a las instituciones que no controlan del todo (por ahora). Además, difunden la mentira de que sus corruptos han sido apartados y están plenamente identificados cuando tanto los políticos como su entramado mediático se han encargado de defenderlos ante la extenuación. Y no, no son cuatro gatos. Son personas importantes que hasta hace poco eran ministros, secretarios de organización, consejeros de CCAA e incluso están en la picota de las investigaciones varios ministros actuales. Incluso los más apestados fueron muy cercanos al Presidente.
El entramado mediático. El Gobierno Sanchista sabe perfectamente qué botones pulsar para intentar controlar el relato, difundir las cortinas de humo y potenciar la polarización, algo muy peligroso en cualquier sociedad pero que siempre beneficia a los gobernantes. El entramado mediático son tres patas: Primera, presupuesto público mediante la inversión en campañas de propaganda y la construcción de redes clientelares cuyo sentido de existencia depende absolutamente de financiación pública. Segunda, prensa sincronizada pública y privada que difunde los mensajes de Moncloa y en ocasiones de forma anticipada. Tercera, un equipo de "expertos" totalmente ideologizados, cuidadosamente seleccionados y vendidos como "independientes" que validan y proporcionan autoridad a las dos patas anteriores. A eso se le llama el System Contreras, del que hablan con frecuencia Pedro Herrero y Rubén Arranz, comunicador y periodista.
En este sistema tiene un peso fundamental RTVE, ya que en realidad es la cabeza de este monstruo de tres patas cuyo cerebro es el Gobierno. Es de sobra conocido que el ente público (ahora sociedad mercantil estatal de capital absolutamente público) siempre ha sido un instrumento al servicio del Gobierno de turno, pero en los últimos años el masaje informativo ha llegado a un punto de película clasificada X. Estamos hablando no ya de que los contenedores informativos parecen más un equipo de abogados defensores del PSOE cuando no blanqueadores de sus tropelías, es que se asiste a una programación en la que cualquier supuesto entretenimiento es una pedrada ideológica y política "full PSOE state of mind": La hora de la 1, Mañaneros, Malas lenguas, La familia de la tele (que EPD tras su pésima audiencia), La noche en 24 horas, el show de Marc Giró, Al cielo con ella (infame late night) y hasta La Revuelta con David Broncano. Es una parrilla televisiva absolutamente al servicio del relato y las cortinas de humo de Moncloa.
Control de las instituciones. El primero y más importante sin duda es el del Tribunal Constitucional, presidido por Cándido Conde Pumpido. Gracias a ello ha sido posible no ya la amnistía a los políticos independentistas golpistas, sino también la anulación de las condenas por corrupción de los ERE a los socialistas andaluces como Chaves y Griñán. Es lógico pensar que ante cualquier inconveniente y condena incómoda, siempre va a estar este órgano para salvar al PSOE porque son mayoría los vocales al servicio directo del Gobierno actual. También se desbloqueó la renovación del Consejo General del Poder Judicial no sin antes extorsionar al PP con modificar las reglas para elegir los vocales sin ellos. Obviamente, con la mayoría del CGPJ cuenta también con la presidencia del Tribunal Supremo. Sin embargo, ni todo esto ni tan siquiera contar con la Fiscalía General del Estado a su servicio es suficiente. Y eso nos llevará al siguiente apartado, pero antes hay más.
El asalto definitivo a RTVE ya tuvo lugar el pasado 30 de octubre de 2024. Mediante Decreto Ley, se aumentaban de 6 a 11 los consejeros nombrados por el Congreso (donde hay mayoría de la coalición presuntamente progresista) y se mantenían los 4 en el Senado (donde hay mayoría del PP y VOX). Otras entidades en las que tienen "personal de confianza" (es decir, socialistas con el carnet en la boca) son Correos con Pedro Saura en la presidencia, Redeia con Beatriz Corredor, el CIS con Félix Tezanos y otras muchas más.
Reformas legales institucionales. La polémica más reciente es la llamada Ley Bolaños, que conecta con el relato de "fascistas con toga" y pretende modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial para que la instrucción de las causas penales las lleven a cabo las fiscalías en lugar de los jueces. Y, ¿por qué? Pues por la sencilla razón de que aquéllas dependen directamente del Fiscal General del Estado que es nombrado a dedo por el Gobierno entre acólitos preparados para defender su causa. Y lo que es más vergonzoso aún, que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que está investigando todos los casos de corrupción relacionados con Koldo, Ábalos, Santos Cerdán, Begoña Gómez, David Sánchez, Álvaro García Ortiz y otros cargos públicos que percibieron comisiones o "mordidas" en contratos públicos de mascarillas y de otra índole, pase a depender igualmente de la Fiscalía General.
Por otra parte, está la modificación del sistema de Concurso-Oposición de la carrera fiscal y judicial que ha causado muchas quejas de asociaciones de jueces y fiscales, todas ellas menos la más afín al Gobierno (Jueces y Juezas para la democracia). En el turno libre se suprime un examen oral y se sustituye por un caso práctico de razonamiento (más subjetivo para valorar). Lo mismo sucede en los del cuarto turno (juristas con más de diez años de experiencia) donde además añade cargos de notario y registrador, publicaciones en revistas científicas según su calidad jurídica y regala 5 años de antigüedad en la carrera judicial en el momento de aprobar como si fuese un extra por contratar Movistar Plus. Por último, en la estabilización extraordinaria de jueces y fiscales interinos en los que les bastaría cinco años de "actividad profesional" pudiendo computar hasta trabajos de abogados y un dictamen como único ejercicio. Todo esto ha venido de forma simultánea a una convocatoria de más de mil puestos.
Estas tres reformas son legales si se aprueban por mayoría pero las dos primeras son un auténtico disparate antidemocrático y la tercera es más sutil, pero todas ellas podrían culminar con la destrucción definitiva de la separación de poderes.
En conclusión, aunque en España vivimos en una democracia instaurada desde 1976 y ratificada en los dos años siguientes, el texto constitucional de 1978 ha permitido que un Gobierno pulse los botones necesarios para convertir el sistema en una oligarquía autocrática. Por una parte, el PSOE ha difundido un relato y unas cortinas de humo gracias a un entramado mediático público y privado que le ha permitido crear redes clientelares y exponer a rivales como excesivamente radicales y totalitarios. Por otra, se ha dedicado a mover todas las palancas posibles para reforzar su posición de poder, aún pese a su debilidad manifiesta con sus socios que están perdiendo la confianza, así como a iniciar las reformas que puedan reforzar dicha posición en aquellos aspectos donde la "soberanía popular" es más difusa. Y estas acciones vergonzosas no hubiesen sido posible sin fortalecer las primeras, retratándose así el verdadero manual de resistencia de Pedro Sánchez: permanecer en el poder a toda costa.
(Fuente de la foto: The Objective).
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